Guardia Revolucionaria iraní trasladó combatientes a la frontera siria con Israel

Guardia Revolucionaria iraní trasladó combatientes a la frontera siria con Israel

Miembros de la Guardia Revolucionaria iraní marchan durante un desfile militar (Reuters)

 

 

El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) está desplazando un grupo de sus miembros hacia la frontera con Israel, lo que hace temer que se abra un nuevo frente en el enfrentamiento entre Tel Aviv y sus enemigos regionales.

Por Infobae

El IRGC ha estado redistribuyendo combatientes desde la ciudad de Deir ez-Zor, en el este de Siria, hacia el sur, a una zona próxima a Damasco, según un asesor del gobierno sirio y un activista de Deir ez-Zor, según informó The Wall Street Journal.

El activista dijo que algunos de los militares redesplegados eran expertos en misiles.

La Guardia Revolucionaria Islámica de Irán nació en 1979 tras la Revolución Islámica que depuso al Sha de Persia e instauró el actual régimen teocrático dirigido por los ayatolás. También conocida como pasdaran (“guardianes” en farsi), esta fuerza paramilitar fue pensada como una rama de las Fuerzas Armadas de Irán encargada de proteger precisamente el régimen teocrático y la república islámica, a diferencia del rol más tradicional de protección de fronteras del ejército, la marina y la fuerza aérea.

Su existencia está amparada en el artículo 150 de la Constitución de Irán, y se trata de una de las formaciones más poderosas del estado persa y una de sus más políticamente motivadas.

Se cree que actualmente cuenta con más 120.000 miembros destinados a unidades terrestres, navales y aéreas, y la Fuerza Quds, que es su división de operaciones en el extranjero. Además, controla a las milicias Basij, que suman otros 90.000 miembros.

Sus efectivos combatieron como unidades paramilitares en la guerra entre Irán e Irak entre 1980 y 1988; en la guerra civil en el Líbano entre 1975 y 1990 y durante la invasión israelí de 2006; y más recientemente en las guerras civiles en Siria y en Irak. Específicamente en el conflicto sirio iniciado en 2011, se han convertido en uno de los principales aliados del régimen del dictador sirio Bashar al Assad y una de las razones por las que éste no ha caído.

Su vinculación como patrocinador del terrorismo y su rol desestabilizador acusado por Estados Unidos, que en 2019 la designó como organización terrorista, están relacionados a las acciones de la Fuerza Quds, que dirige precisamente las operaciones iraníes en Siria, Irak, Afganistán y el Líbano, entre otros países. En este rol, la Fuerza Quds apoya y entrena a los grupos terroristas Hezbollah en el Líbano, y Hamas y Yihad Islámica en la Franja de Gaza, además de las milicias hutíes en Yemen y a distintos grupos chiitas en Siria y Afganistán.

El grupo también está vinculado al desarrollo del programa atómico iraní y su costado militar.

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