Se cumplen 142 años del nacimiento del genio español. En esta nota, recorremos algunos de sus grandes hitos que quedaron en la historia de la cultura.
Por infobae.com
Pablo Picasso, nacido en Málaga, España, en 1881, hace 142 años, fue un pintor, escultor y dibujante que se convirtió en una de las figuras más influyentes en el arte del siglo XX. Su obra abarca una variedad de estilos y períodos, incluidos el cubismo, el surrealismo y el expresionismo. A lo largo de su vida, Picasso produjo aproximadamente 50,000 obras de arte, que incluyen pinturas, dibujos, esculturas, cerámicas, grabados y textiles.
Picasso mostró un talento excepcional desde una edad temprana y fue admitido en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona a los 14 años. Posteriormente se trasladó a París, donde su carrera artística despegó y donde pasó la mayor parte de su vida. “Rupturista y transgresor, cambió la representación en el arte para siempre”, escribieron Paloma Alarcó y Juan Manuel Bonet.
Hizo obras que quedaron en la historia. Porque genios hubo muchos, pero pocos han cambiado el arte. Y Picasso lo hizo. Hay un antes y después de él. A continuación, cinco obras que lo demuestran.
Las señoritas de Avignon
Las señoritas de Avignon, de 1907, es considerada un punto de inflexión en la historia del arte moderno, marcando el inicio del movimiento cubista, que Picasso co-fundó con Georges Braque. La pintura presenta a cinco figuras femeninas en un espacio interior, con rostros y cuerpos fragmentados que rompen con las convenciones tradicionales de la representación y la perspectiva.
La obra incorpora influencias de arte africano y oceánico, lo que generó controversia y debate en su época sobre los límites del arte occidental. Inicialmente recibió críticas negativas y fue considerada escandalosa, incluso por amigos cercanos y colaboradores de Picasso como Henri Matisse y Braque. Sin embargo, con el tiempo, Las señoritas de Avignon ha sido revaluada como una obra revolucionaria.
Actualmente, la obra se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y sigue siendo objeto de estudio y admiración en el mundo del arte contemporáneo.
Las Meninas
Las Meninas es en realidad una serie creada entre 1957 y 1958: un conjunto de 58 obras en las que el artista reinterpretó el famoso cuadro homónimo de Diego Velázquez, pintado en 1656. Picasso, fascinado por la complejidad y la maestría técnica de Velázquez, exploró diversas formas y estilos para descomponer y recomponer los elementos de la obra original.
Estamos frente a un diálogo entre dos maestros separados por tres siglos de historia del arte. Es, además, una visión única sobre cómo el arte puede ser reinterpretado y reinventado a lo largo del tiempo. La serie completa se encuentra actualmente en el Museo Picasso de Barcelona.
Creada en 1937, es una de las obras de arte más icónicas del siglo XX y un poderoso símbolo contra la brutalidad de la guerra. La pintura fue una respuesta al bombardeo de la ciudad vasca de Guernica durante la Guerra Civil Española, un acto llevado a cabo por las fuerzas aéreas alemanas e italianas en apoyo al régimen franquista. Mide aproximadamente 3,5 metros de alto por 7,8 metros de ancho.
Desde su creación, el Guernica ha viajado por el mundo como un testimonio del horror de la guerra y la violencia política. Durante décadas, la pintura estuvo en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, antes de ser trasladada a España en 1981, cumpliendo con el deseo de Picasso de que la obra solo regresara a su país natal cuando se restaurara la democracia.
Presenta una escena caótica de sufrimiento y destrucción, con figuras humanas y animales en angustia, todos representados en tonos de gris, blanco y negro. Por estos se exhibe en el Museo Reina Sofía en Madrid y continúa siendo clave en discusiones sobre arte y derechos humanos.
El Sueño
Esta obra de 1932 es una de las más conocidas del período que a menudo se denomina su “Época Rosa”. La pintura retrata a Marie-Thérèse Walter, amante y musa del artista, durmiendo en un sillón con la cabeza inclinada hacia un lado. La obra es notable por su paleta de colores brillantes y su atmósfera de serenidad, pero también contiene elementos de tensión y dualidaden la representación dividida del rostro.
La pintura ha sido objeto de numerosas interpretaciones y análisis, tanto por su técnica como por su contenido emocional y simbólico. El Sueño se considera una obra maestra del período surrealista de Picasso y es un ejemplo destacado de cómo el artista combinaba elementos de la realidad y la imaginación para crear composiciones complejas y emocionalmente resonantes.
La obra ha sido exhibida en diversas galerías y museos de todo el mundo y sigue siendo una de las pinturas más celebradas y estudiadas de Picasso.
El viejo guitarrista ciego
Esta es una de las obras más emblemáticas de su “Período Azul”, una fase artística marcada por tonos monocromáticos de azul y temáticas de soledad y desesperación. Pintada en 1903, muestra a un anciano encorvado, sosteniendo una guitarra en sus manos. Su expresión y su postura transmiten una sensación de melancolía y resignación, elementos que se ven acentuados por la paleta de colores fríos.
El viejo guitarrista ciego es notable tanto por su impacto emocional como por su técnica. Estudios posteriores han revelado que Picasso la pintó sobre otra obra que había sido descartada, una práctica común en su carrera debido a limitaciones económicas. Este detalle añade una capa adicional de complejidad a la pintura, sugiriendo temas de transición y cambio.
Actualmente, se encuentra en el Instituto de Arte de Chicago y sigue siendo un objeto de estudio y admiración en el mundo del arte.