Enrique J. Sánchez Falcón: Una grieta en el régimen

Enrique J. Sánchez Falcón: Una grieta en el régimen

Nunca había estado tan bien delineada -habría querido decir clara, pero oscuros nubarrones por todos conocidos lo impiden- la ruta a seguir por la oposición democrática venezolana. La grieta abierta en el régimen de Maduro por el Acuerdo de Barbados del 17 de octubre pasado y por el resultado de las primarias celebradas el pasado 22 de octubre, obliga a todos sin excusas de ninguna especie a intentar penetrar, ensanchar y transitar esa grieta hasta lograr condiciones mínimas para participar en un proceso electoral presidencial en el segundo semestre de 2024. Apenas unos días atrás lograr este objetivo estratégico lucía ilusorio. El régimen no lo va a permitir, se decía: es su supervivencia. Hoy, sin todavía poder afirmar que ya no luce así, se encuentra no obstante vistosamente alumbrado por los referidos acontecimientos. Ellos son motivos suficientes para intentarlo y perseverar en el intento. Corresponderá a todos los dirigentes políticos de la oposición, los nuevos y los viejos, encontrar la manera de guiar, adecuadamente, a la ciudadanía a intentar transitar la ruta existente en la grieta abierta.

Pero ¿qué corresponderá ahora a quienes no somos dirigentes, ni pretendemos serlo y sí estamos interesados, como todos, en recuperar la libertad, el Estado de Derecho y la democracia en Venezuela?

Creo, humildemente, que existe una tarea que podemos y debemos cumplir sin mucha dificultad: esto es, contribuir a desmontar las narrativas que pretende instalar el régimen según las cuales la Comisión Nacional de Primarias habría cometido irregularidades constitutivas de delito y violatorias del Acuerdo Parcial de Barbados; que entre tales irregularidades habría usurpado las funciones del Consejo Nacional Electoral; y que la señora María Corina Machado está inhabilitada para el ejercicio de funciones públicas. Todo aquél que quiera contribuir a este propósito debe fijar en su mente las siguientes ideas con las cuales responder, rotundamente, tales mentiras, así como divulgarlas intensa y extensamente:

1. La Comisión Nacional de Primarias, actuó según lo previsto en el punto Primero del Acuerdo Parcial de Barbados al contribuir a que la oposición venezolana, representada por la Plataforma Unitaria en ese Acuerdo, procediera a “seleccionar su candidato para las elecciones presidenciales de manera libre y conforme a sus mecanismos internos, atendiendo a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la ley.” Actuó, pues, dentro de lo previsto en ese Acuerdo, dotándolo así de la fuerza y el vigor que en lo adelante todos debemos proteger y promover. Los compromisos logrados en ese Acuerdo no son poca cosa para la oposición democrática: elección presidencial en el segundo semestre del 2024, apertura y actualización y depuración del registro electoral, presencia de observación electoral experta internacional.

2. La Comisión Nacional de Primarias no incurrió en ningún tipo de irregularidades. Ella, actuando como ente privado creado por la sociedad civil y algunos partidos políticos, al organizar y coordinar las elecciones primarias del 22 de octubre de 2023, no incurrió en usurpación de funciones, ni en usurpación de identidades, ni en legitimación de capitales, ni en fraude constitucional, como ya lo han demostrado los expertos penalistas. Pero, particularmente, no incurrió en usurpación de funciones del Consejo Nacional Electoral, pues al tratarse de un acto interno de los actores antes mencionados, la competencia del referido Consejo para participar como organizador de ese evento, solo procedía si ello se le hubiere solicitado, tal como lo señala el artículo 33, numeral 1, de la Ley Orgánica del Poder Electoral. Además, todo el pueblo venezolano es testigo de que la solicitud que en junio de 2023 hizo la Comisión Nacional de Primarias al Consejo Nacional Electoral este órgano la desechó cuando disuelto como quedó por una sorpresiva y sobrevenida designación de nuevos rectores, nada le comunicó a los interesados sobre su solicitud, pretendiendo reactivarla pocos días antes de la fecha fijada por la Comisión, cuando ya estaba todo listo para la realización del evento; es decir, en franca violación del principio del carácter servicial de la Administración Pública, según el cual ésta “debe asegurar a todas las personas la efectividad de sus derechos cuando se relacionen con ella”, conforme lo dispone el artículo 5°, párrafo segundo, de la Ley Orgánica de la Administración Pública.

3. La señora María Corina Machado no está inhabilitada, lo estuvo, inconstitucionalmente, durante doce meses a partir del 13 de julio de 2015, como consecuencia de lo dispuesto en la Resolución del Contralor General de la República, N° 01-00-000398 de esa misma fecha. Luego de ese acto no existe ningún otro dictado por el Contralor, única autoridad con competencia para ello, por el cual se la hubiere sancionado con la inhabilitación o algo parecido. Bueno es saber, además, que la iniquidad de esa sanción -ya sin efectos- la conforman tanto su contrariedad con lo dispuesto en el artículo 42 de la Constitución en el cual expresamente se señala: “El ejercicio de la ciudadanía o de alguno de los derechos políticos sólo puede ser suspendido por sentencia judicial firme en los casos que determine la ley” -y es evidente que dicha resolución no es una sentencia-; como el motivo real utilizado para esa sanción, el cual no fue haber omitido ingresos en su declaración jurada de patrimonio presentada ante la Contraloria, sino no haber desglosado o desagregado, en sus ingresos mensuales, lo percibido por salario normal y lo recibido por concepto de cesta-tickets. La señora María Corina Machado, sí declaró todo pero acumulado en una única cantidad.

Sería suficiente que cada quien en sus respectivos ámbitos divulgara estas ideas ante expuestas, para enfrentar las acciones de la dictadura. Pero también para enfrentar a todos quienes sin ser parte del régimen colaboran con éste, al debilitar las acciones efectivas de la oposición, con sus “sesudas” posiciones acerca de que no se puede hacer nada pues lo ocurrido hasta ahora no es una grieta causada al régimen sino acaso un rasguño. Olvidan que los rasguños a veces se infectan.

Enrique J. Sánchez Falcón (UCV-UCAB)

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