El ex mediocampista del Milán estará 10 meses fuera de las canchas tras aceptar los cargos y su representante reveló que padece de ludopatía.
Por infobae.com
Los 30 minutos que jugó este miércoles por el tercer partido de la fase de grupos de la Champions League frente al Borussia Dortmund, fueron los últimos de Sandro Tonalli como futbolista profesional, al menos durante los próximos diez meses, después de las recientes declaraciones de Gabriele Gravina, presidente de la Federación Italiana (FIGC), sobre el caso de apuestas deportivas que envuelve al mediocampista.
Tras aceptar que había participado en este tipo de juegos clandestinos, al apostar por un triunfo en los equipos de los que formó parte pero de encuentros que no disputaba, el jugador de las Urracas llegó a un acuerdo con la FIGC y cumplirá con su sanción, la cual se hará efectiva en cuanto se completen los trámites burocráticos.
“Se prevé un acuerdo de culpabilidad por 18 meses, de los cuales 8 meses de actividades de recuperación, algunas de ellas de actividad terapéutica y al menos 16 encuentros presenciales a modo de testimonio”, informó el máximo directivo del organismo que controla el fútbol italiano.
Con esta condena, el ex Milan, al que catalogaron en sus inicios como el Nuevo Pirlo, se perderá lo que resta de la temporada, así como también su puesto en la próxima Eurocopa 2024, en caso que Italia selle definitivamente su clasificación al torneo en el que defendería la corona que conquistó al superar a Inglaterra en la tanda de penales.
Al mismo tiempo, la sanción incluirá el seguimiento de tratamiento para superar la adicción al juego y una multa económica de 20.000 euros. Cabe recordar que su agente Giuseppe Riso reconoció durante un evento de la embajada italiana en Londres que su cliente padecía de ludopatía: “Sandro está jugando un partido importante en contra de la ludopatía: lo va a ganar. Estoy contento de las palabras del presidente Gravina, es importante que los chicos no se sientan solos”.
Este último hecho, el de haber apostado en partidos de su propio equipo, fue diferencial para la FIGC a la hora de emitir una sanción después de la que le impuso a Nicolo Fagioli, al que dejaron fuera de los terrenos de juego durante 7 meses, tres menos. Sin embargo, la cooperación de Tonali fue clave para un rebaja de del castigo, que podría haber sido de un mínimo de tres años.
En lo que respecta al reglamento de la FIFA, dentro del Código Ético, el ente regulador prohíbe la relación directa o indirecta de cualquier futbolista con este tipo de actividades ya que pone en duda la posibilidad de un riesgo de amaños de partidos o de la competición, con el objetivo de ganar dinero extra.
Por esta razón y “con el fin de proteger la integridad del fútbol en todo el mundo”, la FIFA estableció una serie de “normas concretas sobre las apuestas, los juegos de azar y otras actividades similares”. Los artículos 126 y 127 del apartado 3 describen en su párrafo: “inhabilitación no inferior a tres años”. El artículo 24 del Código de Justicia Deportiva es claro: no está prohibido apostar en deportes, pero hacerlo en competiciones de la FIGC, la FIFA y la UEFA es una infracción fuertemente castigada.