Estados Unidos subrayó este viernes su derecho a la “autodefensa” tras haber lanzado la víspera dos ataques contra instalaciones relacionadas con la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) en el este de Siria.
“El presidente (Joe Biden) ha sido muy claro en que actuará para proteger a nuestro personal en el terreno. Seguimos reservándonos el derecho de responder a cualquier ataque en el momento y lugar que elijamos. No dudaremos en tomar nuevas medidas en nuestra propia defensa”, indicó en una conferencia de prensa el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Los ataques se producen después de que el Pentágono haya confirmado que al menos 21 soldados estadounidenses han sufrido heridas leves en varios ataques con drones de milicias proiraníes en Irak y Siria desde el pasado 17 de octubre.
Además, un contratista civil empleado por Estados Unidos murió de un ataque al corazón mientras se resguardaba de los ataques de los proiraníes.
Los dos bombardeos lanzados el jueves por las fuerzas estadounidenses, según añadió, buscaban “tener un impacto significativo en futuras operaciones de la IRGC y de los grupos de milicias respaldados por Irán”.
Se apuntó por tanto contra “instalaciones de almacenamiento y depósitos de municiones” que EE.UU. dijo saber que esos grupos utilizarán.
“El objetivo principal era alterar su capacidad. También disuadir y prevenir futuros ataques. No estamos interesados en una escalada. Nadie busca un conflicto con Irán”, indicó el portavoz estadounidense.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ya dejó claro este jueves que los ataques “respaldados por Irán contra las fuerzas estadounidenses son inaceptables y deben cesar”, y avanzó que si continúan esas agresiones Estados Unidos no dudará en tomar “más medidas necesarias” para proteger a los suyos.
EFE