A riesgo de morir o quedarse en quiebra, el drama de los pacientes que esperan cirugía en el Hospital de Maturín

A riesgo de morir o quedarse en quiebra, el drama de los pacientes que esperan cirugía en el Hospital de Maturín

A riesgo de morir o quedarse en quiebra, el drama de los pacientes que esperan cirugía en el Hospital de Maturín

 

 

 





Familiares y pacientes hospitalizados en el cuarto piso del Hospital Central de Maturín, continúan a la espera de ser operados, a pesar de que la semana pasada el gobernador chavista de Monagas, Ernesto Luna, anunció que habían llegado 5 equipos de aires acondicionados para los quirófanos.

Corresponsalía lapatilla.com

Una ciudadana, que para evitar represalias prefirió mantener su identidad bajo resguardo, contó que tiene a su familiar desde hace tres meses recluida a la espera por intervención quirúrgica. Sin embargo, en varias oportunidades han pospuesto la cirugía, porque los quirófanos no están aptos por falta de aire.

Aunque ya no han ido trabajadores del centro de salud a solicitar que se lleven a los pacientes a sus casas, solo les indicaron que el que quiere llevarse a su pariente, puede hacerlo firmando una orden de egreso quedando bajo su responsabilidad.

Se pudo conocer que hace cuatro días murió una señora esperando por una operación por fractura de fémur. A la paciente la bajaron a emergencia con una neumonía, se complicó y falleció. Denuncias de familiares señalan que en el cuarto piso no hay tensiómetro, desfibrilador, oxígeno ni otros insumos de primeros auxilios.

Jesús González denunció que tienen 44 días esperando por una operación de fémur y lo único que le dicen es que los aires siguen dañados y en esas condiciones no pueden intervenir.

“Lo que nos dicen es ‘váyanse a sus casas y luego vienen en 15 días o esperen a que lo llamen’. Queremos una respuesta del gobernador, que en su programa diga que los aires ya están listos”, expresó González.

Por su parte, Bernabé Arredondo, quien proviene de la población de Río Chiquito, en la vía a San Antonio al norte de la entidad, manifestó que tiene 35 días hospitalizado y ha tenido que gastar cerca de 2.000 dólares en insumos, medicamentos, comida, pasajes, entre otros.

“Hemos tenido que vender un cochino, una novilla o un novillo, y así estamos, buscando un poquito por aquí o por allá para poder solventar. Acá en Maturín no tenemos familia y el gasto ha sido tremendo. Aquí estoy pensando qué otra cosa puedo vender para costear los gastos”, señaló Arredondo.