Muy lejos de la imagen de un mundo donde todo es magia y diversión, los trabajadores del organismo gubernamental que supervisa el distrito de impuestos especiales y la infraestructura de la tierra en la que se encuentra Disney World, en Florida, enfrentan un panorama sombrío a partir de la llegada de personal impuesto por el gobernador Ron DeSantis como parte de una disputa política con el emporio del entretenimiento.
Por La Nación
Desde que los aliados de DeSantis tomaron control del distrito especial hace nueve meses, más de 30 empleados presentaron sus renuncias y acusan a los nuevos miembros de ser “incompetentes” y “no calificados” para dirigir a los equipos, según reveló una investigación del periodista Jason Garcia, especializado en información de empresas de Florida, a través de su boletín Seeking Rents.
Entre las salidas documentadas, una de las que más llama la atención es la de Eulabel Vargas Maldonado, una contadora que pasó casi tres años en el departamento financiero del llamado Reedy Creek Improvement District, que tras los cambios también se renombró como Central Florida Tourism Oversight District.
“Es un lugar de trabajo tóxico en este momento”, afirmó antes de tomar la decisión de dejar su empleo en septiembre pasado. Otros testimonios no identificados respaldan esta versión con calificativos hacia el ambiente laboral como algo “incómodo”, “estresante” y “desmoralizante”, según las encuestas de salida a las que tuvo acceso el periodista.
La renuncia masiva incluye a casi la mitad del equipo de liderazgo senior, con una suma en conjunto de décadas de años de experiencia, lo que significa la salida del anterior administrador del distrito, el director financiero, el funcionario responsable de obras de construcción, el jefe de bomberos, así como el secretario del distrito. Un director de departamento expresó en su mensaje de renuncia, que “con la partida de más de tres docenas de empleados, el distrito ya no es funcional”.
¿Qué pasó entre Disney y DeSantis?
Cabe recordar que los problemas entre Disney y DeSantis se desencadenaron a inicios de 2022, cuando el exdirector de Disney, Bob Chapek, criticó la apodada ley ‘no digas gay’ que limita las discusiones de género en las escuelas de Florida. Posteriormente, cuando Bob Iger volvió al cargo como CEO, el gobernador republicano centró su atención en el distrito de impuestos especiales de la compañía propietaria de Mickey Mouse y reemplazó a su junta operativa con sus aliados.
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