Diariamente los pacientes del Centro Nefrológico Integral Falcón (Ceninfalca) acuden allí “con el Cristo en la boca”, rezando para que el servicio eléctrico no falle, ya que hace tres meses que la planta eléctrica de la unidad se dañó y muchas veces quedan sin completar el tratamiento.
Irene Revilla // corresponsalía lapatilla.com
En el estado Falcón las fallas eléctricas son diarias y esto también afecta a la unidad de diálisis que funciona “a duras penas” ante la falta de mantenimiento que debe ejecutar el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
Ante esta situación que han denunciado pacientes y sus familiares en reiteradas oportunidades, los concejales opositores del municipio Carirubana, Roraima Atacho y Jorge Luis Ruiz, entregaron una solicitud ante la alcaldía para que se busque la manera de reparar la planta y evitar que unos 90 pacientes pierdan el tratamiento por falta de energía eléctrica para encender las máquinas.
Ruiz, quien también es paciente de la unidad, explicó que debido a los daños que han sufrido las máquinas, muchas han quedado inoperativas, y por eso actualmente la unidad tiene tres turnos para atender a todos los pacientes renales.
“Las máquinas están encendidas más de 12 horas diarias. Anteriormente eran dos turnos, ahora son tres. Cuando se va la luz, quedamos sin tratamiento los que estemos por ingresar a la dosis. Es urgente que reparen la planta, son 90 vidas que están en juego”, dijo.
De 40 máquinas, solo 17 están operativas, es decir, menos de la mitad. Aunque se han introducido solicitudes ante el Ivss, no se ha tenido respuestas para reparar las máquinas, que muchas se dañaron por falta de mantenimiento preventivo.
Denunció que, aunque los daños y la falta de mantenimiento a la unidad han sido expuestas en varias oportunidades ante los gobiernos municipales y regionales, no dan soluciones; al contrario, usan los recursos para abrir una oficina de recaudación en un centro comercial y piden créditos extras para su remodelación que está valorada en 110.000 dólares, mientras los pacientes renales pierden sus diálisis por no tener una planta eléctrica y por máquinas dañadas.