Las perspectivas económicas de Venezuela en los últimos días de 2023 dependen del contexto político del país y si se mantiene el levantamiento de las sanciones que se dieron luego de las conversaciones en Barbados, explicó el economista tachirense Aldo Contreras.
Anggy Polanco / Corresponsal lapatilla.com
Expuso que la conversación de Barbados y cumplimento en el levantamiento de las sanciones, permitirá tener un crecimiento del próximo 2024, cercano a unos 5.000 millones de dólares adicionales. Mientras que en este 2023 se pudieran sumar unos 500 millones de dólares, dado que el país tiene las reservas de petróleo y de gas más grandes del planeta, fósiles que están siendo necesitados por países europeos, Estados Unidos, Canadá y Australia.
De permitirse operar y de levantar las sanciones que reposan sobre el Banco Central de Venezuela, así como retomar el sistema Swift, pudieran encontrarse caminos a las actividades comerciales lícitas.
Contreras señaló que las guerras que existen hoy en el mundo (Ucrania- Rusia y la del Medio Oriente) convierte al gas es uno de los insumos con mayor demanda, en vísperas del invierno en Europa, lo que se traduce en una oportunidad para que Venezuela pueda percibir ingresos, pese a que la industria gasífera y petrolera están inoperativas.
De reactivarse estos intercambios comerciales, Venezuela podría tener un crecimiento importante en el Producto Interno Bruto (PIB)- apuntó el economista- que pudiera ubicarse entre un 6 % y 7 %.
Pero eso va a depender de lo que suceda en el ámbito político: acuerdo de Barbados, levantamiento de las sanciones y elecciones libres.
Por lo pronto, el sistema financiero permite pagar en Venezuela con algunas tarjetas de crédito prepagadas, pero aún no puede no se puede pagar con tarjetas de crédito de otros países.
Indicó que el levantamiento de algunas sanciones permitiría que los empresarios puedan pagar con cartas de crédito a los exportadores colombianos, tener un sistema financiero que comparta información que evite la legitimación de capitales y terrorismo, y hacer las operaciones cambiarias mucho más fáciles.
Destacó que a las empresas colombianas les cuesta mucho introducir el dinero recibido por las exportaciones a su sistema financiero, por causa de las sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés), motivo por el cual tienen que triangular los pagos por Panamá u otros países.