OpenAI ha resultado ser la gran perdedora. De ser la startup más prometedora del sector con un producto de fama mundial como ChatGPT, ahora enfrenta la salida masiva de sus principales líderes y talentos en IA. La moral está por el suelo, según resaltó The New York Times, el futuro de la empresa es incierto y depende en gran medida de Microsoft.
Por Infobae
Microsoft y su CEO Satya Nadella han sabido aprovechar hábilmente la crisis, contratando a Altman y buena parte del talento de OpenAI para liderar una nueva división de investigación en IA. Esto le permite seguir desarrollando sus productos con la tecnología de OpenAI a corto plazo, mientras construye modelos propios a largo plazo.
La junta de OpenAI ha logrado frenar el rápido avance de Altman hacia lo que consideraban una “IA potencialmente peligrosa para la humanidad”. Pero el costo para la empresa ha sido enorme y el impacto sobre el futuro de la industria de la IA aún debe evaluarse.
Elon Musk se refirió sobre la crisis en OpenAI en su red social X, respondiendo a Ilya Sutskever, jefe científico de la compañía, y dejando una señalamiento preocupante: “¿Por qué tomó (la junta) una medida tan drástica? Si OpenAI está haciendo algo potencialmente peligroso para la humanidad, el mundo tiene que saberlo.” “Me preocupa que Microsoft tenga la propiedad ilimitada de AGI (Inteligencia general artificial)”, agregó en otro comentario.
Los cuatro directores que impulsaron la salida de Altman
Según la estructura corporativa de OpenAI, los directores no poseen capital ni reciben compensación; su deber fiduciario es la misión de crear una IA segura y beneficiosa, no los beneficios, según detalló The Wall Street Journal y Forbes.
Para leer la nota completa, aquí