La detención por fuerzas federales de Néstor Isidro Pérez Salas, alias El Nini, en Culiacán, Sinaloa, podría ser parte de una estrategia por parte de Los Chapitos, de acuerdo con algunas versiones periodísticas.
Por Infobae
El Nini había sido perseguido durante las últimas semanas por las autoridades mexicanas en diferentes puntos de Culiacán, operativos en donde se habían cateado algunos de sus domicilios y ranchos. En estos inmuebles a Pérez Salas le fueron encontrados, entre otras cosas, tigres de bengala.
El 4 de noviembre, una versión extraoficial comenzó a circular sobre estos cateos sin mencionar la dirección de los mismos, pero se aseguraba que eran en domicilios de Pérez Salas, inclusive, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que el 31 de octubre atendió una solicitud de la Fiscalía General de la República (FGR) para realizar una inspección física de identificación, manejo, traslado y resguardo de tres felinos, también conocidos por su nombre científico como panthera tigris.
Siete días después, otra versión tomó relevancia luego de que se reportara un supuesta reunión entre los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y otros de sus lugartenientes en donde se mencionaba “la privación de la vida o la entrega al gobierno” de El Nini a petición de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, actual líder de Los Chapitos.
Según esta versión, el supuesto acuerdo era porque Los Chapitos necesitaban bajar la presión del gobierno contra ellos luego de que ordenaran asesinar a personas inocentes, entre ellas, un menor de 13 años el 28 de octubre en Tamazula, Durango.
“La situación se les salió de control y la presión del gobierno es demasiado fuerte por eso optaron por culpar a El Nini e informarle al gobierno que él fue el autor intelectual y material de dicho suceso”, se lee en una versión compartida por la cuenta X conocida como Efecto Cartel.
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