Cinco años se cumplieron de la muerte de los hermanos Montoya en Táchira. Los hermanos fueron asesinados el 22 noviembre de 2018, a las 5:00 de la mañana, por una comisión de más de 30 funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes), grupo élite disuelto de la Policía Nacional Bolivariana, quienes arribaron a la vivienda de los jóvenes sin una orden judicial.
Anggy Polanco / Corrresponsalía lapatilla.com
Paula Gabriela Flores González, madre de las víctimas Sixto Savier Montoya Flores y Yimy Alexander Montoya Flores, de 24 años, recordó que esa madrugada la comisión llegó a la pequeña casa proliferando palabras obscenas, sacaron a toda la familia y dejaron a los dos muchachos.
“Esperamos justicia y celeridad en el caso. No puede ser que a cinco años el caso esté engavetado. Le pido al gobernador y al fiscal 20, Jonathan Guerra, que hagan justicia, ya que fue un caso de ajusticiamiento”, expresó la progenitora de las víctimas.
Recordó que se determinó que no fue enfrentamiento y por ello hay dos funcionarios imputados desde hace tres años, pero no entiende por qué la justicia no siguió su curso.
El hecho
El doble asesinato ocurrió en el sector de Pericos, en una zona rural donde el grupo familiar residía en tres casas cercanas.
“Ellos alegaron que venían por una denuncia realizada por el consejo comunal, ya que supuestamente decían que mis hijos eran unos azotes de barrio”, rememoró Paula.
Esa mañana trasladaron a todos los miembros de la familia a un comando del grupo, incluso a la abuela, y solo dejaron en la vivienda a los dos hijos de Paula.
A Yimmi lo sacaron desnudo de la casa y luego le proporcionaron un short y una franela, descalzo, lo arrodillaron al frente de la casa y, posteriormente, sacaron a otros tres hermanos pequeños de 3 y 4 años.
Luego a Yimmi lo llevaron frente a la vivienda de su mamá al tiempo que le aplicaban descargas eléctricas. Allí lo arrodillaron junto a Sixto Savier, y les pidieron los documentos de identificación.
Cuando la madre de los hermanos se acercó a ver qué sucedía, en vista de que ella estaba en casa de su progenitora, en el lugar ya estaban funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), quienes le informaron que sus hijos habían sido asesinados y que debía acercarse a la morgue.
Cada uno tenía un tiro en el corazón a quema ropa, relató la madre, quien luego vio en las noticias que las Faes alegaba que había ocurrido un enfrentamiento.
“Cosa totalmente falsa, la Fiscalía 20 lleva el caso, ha estado muy pendiente en estos cuatro años, y esta es la fecha y no han llegado las experticias del supuesto enfrentamiento”, indicó la familiar. Tampoco han tenido los estudios de la ropa que realiza el Cicpc, denunció.
En 2020, tras los análisis practicados por la citada fiscalía, dijo Paula, se determinó que no hubo enfrentamiento, por lo que se procede a imputar a los dos funcionarios que le dispararon, pero solo imputaron a uno y al otro no, porque está detenido por otro hecho.
“El expediente que hizo la Faes está viciado y hay muchas cosas erróneas”, comentó. Añadió que los funcionarios actuantes dijeron que a las 5:00 de la mañana los hermanos Montoya estaban en la calle y se “enconcharon” en un rancho, pero da la casualidad que esa era su vivienda.
“Les pido celeridad y esclarecimiento total. Sé que la muerte de mis hijos fue una muerte por encargo, ya que ellos habían tenido problemas con unos vecinos cinco días antes de los hechos y un vecino plenamente identificado, que es funcionario de la Policía del Táchira, entró a mi vivienda el 17 de noviembre y nos amenazó con arma en mano y junto a otros cinco funcionarios más”, expresó Paula.