A cualquier humano que no pase las 24 horas del día metido de hocico en el celular debería llamarle la atención que el grosero comportamiento del gobierno peruano, es la única explicación por los momentos, contra nuestra selección nacional de futbol… no haya tenido respuesta de similar magnitud en Venezuela.
Que la respuesta del gobierno nuestro fue tímida y que la oposición en casi todos los casos miró `para el techo… pase… quedando como responsable por nuestra honra… un periodista venezolano que le mentó la madre a todos los peruanos.
Desde luego que esa réplica, merecida por lo demás, fue un exabrupto… tanto como revisar a los venezolanos que se disponían a ingresar al estadio… como si fuesen productores de cocaína… por cierto uno de los rubros importantes que produce y exporta el Perú y que ocupa lugar destacado en la balanza de divisas de ese país.
Tal grado de mala leche por parte de los peruanos y su gobierno se podría explicar en que la presidenta de ese país gobierna de facto… es más desangelada que un helado de yuca… fue seguidora de la guerrilla terrorista de Sendero Luminoso y una lista de etcéteras que quizás llevó a que sus asesores le recomendaran, para lavar su pasado, buscar un “putching ball” al que se le puede pegar y no devuelve el puño.
Y qué mejor “putching ball” que Venezuela y sus instituciones… máxime cuando el Perú se dispone a desbancar a Colombia como socio preferente de los Estados Unidos, en su comercio internacional ya que a Petro lo está lapidando la oligarquía colombiana… y en el Ecuador donde perdieron los amigos del chavismo… quien gobierna no es de la confianza de Washington.
No obstante veo que históricamente la rabieta del Perú contra los venezolanos… “viene de atrás”… de manera que hay que devolverse a la época de la conquista española.
El Perú, que fue conquistado por un Pizarro alzado, tuvo la fortuna de estar lleno de plata que era el metal más preciado para acuñar monedas que se usarían como hoy día se usa en dólar en los mercados internacionales.
Merced a la plata del Alto Perú, el Rey español tragó grueso y dejó a Pizarro… como virrey… que obviamente enviaba cargamentos de ese metal a España… y se cogía su porcentaje.
Cuando llegó la hora de la Independencia el Perú quería seguir siendo parte del reino español… o al menos ese era el interés principal del virrey, de su corte y de los indígenas incas que tenían un estatuto especial… salvo algunos criollos que eran los que trabajaban.
Del primero y de su Corte, por razones evidentes, en ese grupillo temían y con razón, perder sus privilegios si llegaba la República. Los indígenas descendientes de los Incas estaban contentos con sus títulos nobiliarios y con que los españoles tomaran como esclavos para trabajar las minas a indígenas quechuas y población africana.
De manera que la bronca contra Bolívar e incluso contra Sucre que demostraron los notables de Lima… tenía motivos… innobles… pero motivos.
A los peruanos les molesto… que un “negro”… como tildaron al Libertador… de modales extraños… los liberara de España… algo que no querían… y se vengaron.
Así que cada vez que el ejército de Colombia –la Grande- se alejaba… volvía el virrey y su corte… hasta la batalla de Ayacucho y la partida a España del ejército de ese país.
Y así fue como Bolívar y Sucre idearon su venganza que fue independizar a Bolivia.
El espacio no da para mucho más pero la inquina contra nosotros viene de esos tiempos a pesar de que ya no está el virrey… si lo están sus descendientes que desde la Independencia se adueñaron de bancos, aduanas y luego seguros.
Y así esos desagradecidos que no recuerdan cuando Venezuela –por mucho Tren de Aragua que haga sus desmanes por esos lados- les mató el hambre a muchos peruanos.
Si uno fuese vengativo… me dedicaría a recordarle a los peruanos… donde la mayoría de ese pueblo tiene evidentes raíces indígenas… pero que no obstante… aún no ha habido un Presidente peruano con ese ADN… dispuesto a mejorar las condiciones de pobreza de esas mayorías.