Según cifras de la Cámara Nacional de Repuesto y Autopartes de Venezuela (Canidra), las ventas de repuestos de vehículos en el país cayeron entre 10 % y 15 % en lo que va del último trimestre de 2023.
Corresponsalía lapatilla.com
El presidente entrante de Canidra, Diógenes Madriz, indicó que a inicios de 2023 el sector tuvo un crecimiento moderado, pero se disipó un poco al cierre del año.
Madriz señaló que para mejorar la actividad es necesario que se retome el financiamiento, por lo cual se requiere ampliar el encaje legal de los bancos para que los clientes puedan acceder a créditos.
“Una persona que amanece y se da cuenta que necesita un par de cauchos, pudiera ir a una cauchera con su tarjeta de crédito y solventar su problema. Y también para cambiar un parque automotor envejecido, porque esa es una realidad, necesitamos crédito para poder dar una inicial y seguir pagando nuestro carro”, sostuvo.
Madriz, quien fue juramentado como presidente de Canidra en el marco de la LVI Asamblea General realizada en Carabobo, comentó que la presencia en el mercado de repuestos no originales y de dudosa procedencia es otro de los factores que afecta al sector. Apuntó que desde Canidra emprenderán campañas de concientización al usuario para educarlo en cuanto a los repuestos que adquiera.
“La imitación procede de personas que compran y quieren comercializar un repuesto, que puede ser de mediana o baja calidad, y se ven en la necesidad de adquirir, con una imprenta o no sé cómo, una caja para comercializar su producto montándolo en una marca que no es”, dijo.
Por otra parte, el presidente de Canidra manifestó que tienen expectativas de crecimiento para 2024.
“Seguimos optimistas esperando cifras mejores que las del año pasado. Esperamos para 2024 un incremento moderado y para ello trabajamos en acciones que demuestren nuestro optimismo y ganas de continuar. Por eso para el mes de abril haremos el evento ExpoCanidra”, anunció.
Aumentó venta de vehículos importados
El presidente del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), Gustavo Valecillos, informó que en 2023 se duplicaron las ventas de vehículos nuevos importados, con respecto a 2022. Agregó que el sector tiene expectativas de duplicar las ventas en 2024 comparado con las cifras de 2023.
Sin embargo, Valecillos destacó que estos son números “incipientes” comparados con los registrados hace más de 15 años en el mercado automotor venezolano.
“Las ensambladoras nacionales no están prácticamente ensamblando ningún vehículo, se reportan muy pocos ensamblajes, sobre todo en el área de camiones. El resto son vehículos importados hasta por las marcas tradicionales y la presencia de nuevas marcas, sobre todo marcas del país asiático China, exclusivamente, hace crecer pues la venta de vehículos nuevos”, puntualizó.
Desolación en ensambladoras de Carabobo
El pasado mes de julio, el secretario general de Fetracarabobo, Jhonny Magdaleno, afirmó que el sector automotriz era un núcleo económico importante para la Zona Industrial de Valencia, pues alrededor de ella giraban las empresas de autopartes. Comentó que la debacle en el ensamblaje de vehículos se agudizó en 2014.
Con la paralización de Ford, General Motors y la FCA (antigua Chrysler de Venezuela), la industria se iba sumiendo al igual que las empresas productoras de cauchos, repuestos y pintura.
“Ford Motor es un cementerio, actualmente mantiene empleados solo en el área de repuestos. La industria automotriz era tan pujante que traía mano de obra importada”, sostuvo Magdaleno.
Por su parte, Oswaldo Pirona, exsecretario del sindicato de General Motors, quien dedicó 42 años de su vida a trabajar en esa ensambladora, recordó con tristeza los años de bonanza.
“Da lástima cómo se encuentran las instalaciones de General Motors cuando en el año 1968 comenzó una producción de entre 200 y 300 unidades diarias, llegamos a ser 2.800 trabajadores, en tres turnos, y hoy da lástima que no se produzca nada. Lo que quedó fue desolación y miseria”, aseguró en una entrevista en el mes de julio.
El 20 de abril de 2017, General Motors de Venezuela informó en un comunicado que la empresa decidió cesar operaciones en el país, tras la confiscación de sus activos por parte de la administración de Nicolás Maduro. La empresa había dejado de ensamblar vehículos en el año 2015 ante la imposibilidad de adquirir divisas para la compra de insumos.
Entretanto, representantes sindicales de Ford Motors de Venezuela aseguraron en julio de 2018 que solo iban a ensamblar 206 vehículos del modelo Eco Sport ese año. La empresa tenía una capacidad de producción de 35.000 unidades al año. La última vez que la empresa superó esa cifra fue en 2006 cuando ensamblaron 35.876 vehículos.