El venezolano Eddy Montero estaba visitando a su familia en la zona de Lake Nona, en Orlando, Florida, cuando dijo que su vida pasó ante sus ojos. El viaje que había emprendido para ver a sus hijas, y conocer a uno de sus nietos, rápidamente se convirtió en una emergencia médica.
Montero dice que habían salido a cenar a un restaurante del área cuando se sintió mareado y se desplomó: no tenía idea de que estaba sufriendo un ataque cardiaco. “No sé qué pasó”, dijo en una entrevista con NBC News Now.
Por casualidad, unos médicos estaban terminando de cenar en una mesa cercana y se apresuraron a ayudarlo.
Nicole Brenner, una doctora embarazada de 35 semanas, y los tres médicos residentes Sonia Alicea, Amanda Rivera y Suhail Saad-Omer, auxiliaron a Montero hasta que llegaron los paramédicos.
“Rápidamente comprobamos el pulso, y en cuanto se identificó que no había pulso y que estaba sufriendo un paro cardiaco, iniciamos de inmediato la reanimación cardiopulmonar”, dijo Brenner.
“El doctor Saad-Omer pidió asistencia de emergencia, y ayudó a identificar si había algún apoyo adicional en el área. Y las doctoras Alicea y Rivera pudieron iniciar la reanimación cardiopulmonar y sustituirme, porque es un poco complicado para mí”, detalló
Según los Institutos Nacionales de la Salud, cuando sucede un paro cardiaco fuera de un hospital, en nueve de cada diez casos la persona fallece.
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