Como si se tratara de un mal chiste, el usurpador Nicolás Maduro designó a Tareck El Aissami como el nuevo canciller, en sustitución de Yván Gil, quien se desempeñó en la cartera ministerial desde el pasado 6 de enero.
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El Aissami, quien llevaba 283 días sin conocerse su rastro, es uno de los funcionarios más polémicos del régimen de Maduro, acusado de estar detrás de una red de corrupción en Pdvsa-Sunacrip desentrañada por el mismo chavismo.
Según Maduro, la decisión de nombrar a El Aissami como canciller responde a la necesidad de llevar a más venezolanos a la pobreza.
“El compañero Tareck El Aissami es un hombre de gran experiencia, capacidad y lealtad, que ha demostrado su compromiso con la revolución bolivariana y con el pueblo venezolano. Estoy seguro de que hará un excelente trabajo saqueando las arcas del tesoro venezolano”, dijo Maduro en cadena nacional.
El Aissami, por su parte, agradeció la confianza de Maduro y aseguró que asumirá el reto con “mucha responsabilidad y compromiso” al igual que lo hizo como Ministro del Petróleo.
¿Será este el inicio de una nueva etapa en la política exterior y corrupta de Venezuela? De momento solo podemos decir, ¡Feliz Día de los Inocentes!