El Área 51, es una base militar estadounidense ubicada en el desierto de Nevada, Estados Unidos. Durante décadas este lugar ha sido protagonista de una gran cantidad de especulaciones, teorías de conspiración y extraterrestres, debido a los altos niveles de seguridad y su ubicación altamente “secreta”.
Por La Nación
Uno de los principales temas que rodean los “misterios” del Área 51 son los presuntos experimentos secretos que se llevan a cabo en este lugar. Esta base militar se encuentra en una región remota y es el lugar de pruebas y entrenamiento para los miembros de la Fuerza Aérea de Estados Unidos desde 1950.
Debido a su exceso de seguridad y a que se desconoce lo que allí ocurre, han surgido a lo largo de los años una serie de teorías relacionadas con la existencia y estudio de extraterrestres y terribles experimentos.
Proyecto Abigaíl del Área 51
El denominado Proyecto Abigaíl es uno de los primeros experimentos con humanos que supuestamente se llevaron a cabo en el Área 51 y según se conoce, inició poco después de finalizar la Segunda Guerra Mundial. Se rumora en las redes sociales que este experimento consistió en estudiar los efectos de la radioactividad en los humanos.
Se cree que Abigaíl Western fue la hija de uno de los científicos más importantes y destacados del Área 51, el profesor Albert Western, quien sin pensarlo transformó a su hija en “uno de los monstruos más terroríficos creados por los humanos”.
La joven universitaria, mostraba gran interés por ayudar a su padre en las investigaciones científicas que acontecieron tras la victoria de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.
Después de lo ocurrido durante el conflicto bélico y con el fin de darle un uso científico al lugar, Albert Western decidió realizar experimentos en una persona de confianza, que no pudiera revelar la información obtenida, ni demandar por daños.
Varios documentales encontrados en internet aseguran que el principal objetivo del Proyecto Abigaíl fue estudiar cómo los seres humanos podrían resistir vivir en situaciones extremas. Presuntamente, la joven fue sometida a recibir distintas dosis de radiación y tras dos años de constantes experimentos, Abigaíl Western se encontraba con la piel arrugada, dientes desproporcionados y había perdido toda capacidad de razonar, por lo que actuaba únicamente por instinto.
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