Una ola de nerviosismo descendió sobre Líbano y sus países vecinos el miércoles, un día después de que Saleh al Arouri, el número 2 del grupo palestino Hamás, muriera en un ataque en Beirut.
Por BBC Mundo
Al Arouri murió en una explosión en el sur de la capital libanesa, en un ataque con drones del que se ha responsabilizado ampliamente a Israel, país que no ha asumido la autoría del ataque.
Como jefe adjunto de la oficina política de Hamás, Al Arouri era una de de las figuras más importantes de la jerarquía del grupo militante palestino.
Y su muerte incrementa los temores de que la guerra en Gaza se desborde a otros países y se convierta en un conflicto más amplio en la región, algo que, hasta ahora, tanto Israel como Irán y sus respectivos aliados, han estado evitando.
Hamás y funcionarios libaneses responsabilizaron a Israel por la muerte de Al Arouri.
Hamás dijo que era “un acto terrorista”, mientras que su aliado, Hezbolá, la organización apoyada por Irán que controla la fuerza armada más poderosa de Líbano, declaró que era un ataque contra la soberanía de este país.
Es “un acontecimiento peligroso en el curso de la guerra… y nosotros en Hezbolá afirmamos que este crimen nunca pasará sin respuesta y castigo”, declaró la organización.
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