El Manchester United superó al Wigan (0-2), un equipo dos categorías inferior, y alcanzó los dieciseisavos de final de la Copa de Inglaterra de fútbol gracias a los tantos de Diogo Dalot y de Bruno Fernandes, que desequilibraron un partido que dominaron casi por completo los hombres dirigidos por Erik ten Hag.
La tercera ronda de la Copa de Inglaterra no dejó sorpresas tras el último partido de la serie. Después de cinco días de enfrentamientos, sólo se despidieron de la competición dos clubes de la Premier League y ambos fueron eliminados por otros de la misma categoría: el Tottenham acabó con la aventura del Burnley y el Liverpool con la del Arsenal.
Tendrán que disputar el partido de desempate el Everton, Crystal Palace, Brentford, Wolverhampton, Nottingham Forest, West Ham y Luton, mientras que sellaron su clasificación para la siguiente fase el Tottenham, Fulham, Newcastle, Brighton, Sheffield, Bournemouth, Aston Villa, Chelsea, Manchester City, Liverpool y, este lunes, el Manchester United.
El equipo de Ten Hag tomó en la Copa el oxígeno que le falta en la Premier League. Con una sola victoria en Liga en los últimos cinco encuentros, el torneo del ko se ha convertido en la última esperanza del United para dar una alegría a su afición en una temporada que se presente desoladora. Después de caer eliminado en Europa, es la única competición a la que optan para levantar un título que alivie sus penas.
Ten Hag alineó a algunos hombres importantes como Rashford, Garnacho, Dalot, Onana, Bruno Fernandes, Evans, o McTominay. El técnico neerlandés no quería sorpresas y sus jugadores cumplieron. Sobre todo en la primera parte, en la que rindieron a buen nivel con muchas ocasiones para adelantarse en el marcador. Rashford, y sobre todo Hojlund y Garnacho, con dos disparos al palo y al travesaño, respectivamente, rozaron un gol que finalmente consiguió Dalot gracias a un fino derechazo desde el borde del área.
El 0-1 al descanso no aseguraba nada al United. El Wigan aún tenía a mano provocar la repetición del partido, pero el equipo de Ten Hag aguantó bien las embestidas de su rival y sentenció el duelo con un tanto desde el punto de penalti obra de Bruno Fernandes a falta de doce minutos para el final. Ahí se acabó la eliminatoria. El 0-2, sin alardes, fue suficiente. El United, mantiene su sueño de levantar un título en medio de un curso errático. /EFE