El acceso principal a la emblemática estación Baquedano del Metro de Santiago, cerrada desde el 18 de octubre de 2019, cuando comenzó el estallido social, fue reabierta este martes, devolviéndole la normalidad a esta zona, que fue el epicentro de la mayor ola de protestas desde el retorno a la democracia.
Ubicada en el corazón de la capital, en la mítica Plaza Italia, era la única estación de metro que permanecía cerrada desde las manifestaciones, que comenzaron como una protesta contra el alza en el precio del boleto de metro y derivaron en un clamor por un modelo económico más justo y mayores derechos sociales.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, dijo en el acto de reapertura que durante las protestas “se produjeron muchos quiebres de la sociedad chilena, muchas rupturas, se expresaron rabias, hubo violencia y conflictos que necesitan respuestas”.
Las revueltas, que se extendieron hasta marzo de 2020, ocasionaron una treintena de muertos y miles de heridos y dejaron episodios de violencia extrema, con saqueos e incendios en edificios públicos y estaciones de metro.
La ONU y organismos como Amnistía Internacional (AI) señalaron además a las fuerzas de seguridad por violaciones a los derechos humanos y se abrieron decenas de causas judiciales.
La reapertura “es solo un caso de muchos que se han ido dando en este lugar, con una manera de trabajar que ojalá la lograremos en Chile para otras cosas: escuchando a todas las partes y con acuerdos que se sostengan en el tiempo”, apuntó la ministra.
El acceso a la estación fue remodelado y se eliminó el llamado “jardín de la resistencia”, un espacio hundido donde se dieron cruentos enfrentamientos durante el estallido y que en los últimos años se convirtió para muchos en un punto de homenaje a las víctimas.
Tohá explicó que estas obras forman parte de una remodelación mucho más grande que transformará Plaza Italia y que se licitará en los próximos días.
“Es un lugar muy significativo, lleno de simbolismos para la ciudad, lleno de fronteras importantes, entre el río y el norte y el sur, entre el poniente y el oriente, entre lo nuevo y lo viejo, todo ese encuentro que requiere convivencia es algo que hasta ahora no se había resuelto correctamente”, añadió la jefa de Interior.
La alcaldesa de Providencia, el barrio capitalino donde se ubica la rotonda, Evelyn Matthei, dijo que Plaza Italia es “un símbolo de la reunión, tanto para celebrar, como protestar” y pidió que no se convierta en “un memorial de la destrucción y el vandalismo”.
La reapertura de la estación se da días después de que el Ministerio Público pidió formalizar la investigación contra el director general del cuerpo policial de Carabineros, Ricardo Yáñez, por su eventual responsabilidad de mando en las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el estallido, una noticia que ha sacudido a la clase político y ha reabierto el debate sobre las protestas.
EFE