¿Cómo se deberían regular la inteligencia artificial y otras herramientas tecnológicas?

¿Cómo se deberían regular la inteligencia artificial y otras herramientas tecnológicas?

Imagen de archivo de una ilustración que muestra los logotipos de Google, Microsoft y Alphabet, junto al texto: “Inteligencia Artificial”. REUTERS

 

 

En los últimos años, la Unión Europea (UE) ha impulsado varias iniciativas para sentar las bases legales en el ámbito digital, marcando pautas significativas para abordar los desafíos de esta nueva era.





Por Antoni Belchi | Voz de América

Mientras que en Estados Unidos la falta de legislación integral en áreas clave como competencia, moderación de contenido, inteligencia artificial y privacidad ha llevado a una intensa discusión en el Congreso, planteando la posibilidad de llevar a cabo un debate para dar luz verde a un paquete de medidas al respecto.

El investigador de la Institución Brookings Mark MacCarthy, especializado en estudios de gobernanza e innovación tecnológica, acaba de publicar una tesis en la que propone un enfoque regulatorio específico para Estados Unidos, donde han surgido preocupaciones por el uso sin control y regulación de tecnologías como la inteligencia artificial.

“Se necesita un régimen regulatorio”
Durante una ponencia organizada por el Consejo Atlántico, un centro de estudios en Washington DC, el experto aseguró que tanto representantes políticos como profesionales del sector y otros representantes de la sociedad civil están de acuerdo en dar luz verde a una legislación al respecto.

“Todos están de acuerdo en que necesitamos un régimen regulatorio para las industrias digitales. Necesitamos algo que ayude a promover la privacidad en ese ámbito y que ayude a reivindicar la competencia también”, expresó MacCarthy.

En su opinión, “es sólo cuestión de tiempo” para que EEUU, al igual que la UE, también impulse su marco regulatorio para estas nuevas herramientas digitales.

“Estas nuevas políticas responden a la invasión de la privacidad y la desinformación que hay en línea y que mucha gente ha pensado que son endémicos en esas industrias. Así que hemos ido más allá de la cuestión de si regular o no, y realmente hemos llegado a la cuestión de cuál es la mejor manera de hacerlo”, agregó al respecto.

¿Qué ha hecho la UE al respecto?

En la UE se han producido una serie de avances legislativos clave. La Ley de Mercados Digitales busca fomentar la competencia entre las grandes plataformas digitales, mientras que la Ley de Servicios Digitales aborda la difusión de material ilegal en las redes sociales.

Además, el organismo europeo ha dado pasos significativos para regular la inteligencia artificial a través de la Ley de la Inteligencia Artificial. Estas medidas se suman al Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de 2018, formando un conjunto integral de respuestas legislativas a los desafíos digitales.

Un aspecto destacado de estas leyes es la concentración de las plataformas reguladoras en la Comisión Europea, restando autoridad a las autoridades nacionales de los estados miembros. Sin embargo, a pesar de estos avances, aún no se ha articulado un esquema general de gobernanza digital en la UE.

Ante eso, el experto de la Institución Brookings recalca que “el acceso a los datos es un problema que tiene muchas aristas” que también se deben abordar.

“Piense en la publicidad. Los periódicos harían un trabajo mucho mejor al orientar sus anuncios en línea si tuvieran acceso a todos esos perfiles de sus clientes que han sido generados por Google y Facebook”, dijo como ejemplo en referencia al impacto que puede tener algunas de estas regulaciones en distintos sectores.

El Congreso de EEUU ya ha iniciado el debate

Estados Unidos se encuentra en medio de un intenso debate en el Congreso sobre cuestiones digitales clave. Aunque, de momento, no se han logrado leyes significativas en áreas como competencia, moderación de contenido, inteligencia artificial y privacidad, el escenario político ha allanado el terreno para impulsar futuras leyes.

De hecho, MacCarthy propone en su libro Regulando las industrias digitales que se debería designar un regulador específico de la industria, probablemente la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), para desarrollar, implementar y hacer cumplir normas digitales de manera coordinada.

El investigador digital se basa en la idea de que un regulador dedicado puede proporcionar una respuesta más eficaz y coherente a los desafíos digitales en constante evolución. Por lo tanto, con la implementación de una entidad central, se buscaría evitar la fragmentación regulatoria y garantizar un enfoque unificado.

“Estoy mucho más preocupado por lo que haría Estados Unidos, y me parece que el país tiende a ir en la dirección correcta al pensar que la FTC es el vehículo elegido para hacer cumplir las leyes de privacidad, competencia y seguridad en línea”, dijo recordando que el organismo federal “ya tiene funciones de protección al consumidor y la competencia, y es un lugar natural para establecer este tipo de acuerdo regulatorio único”.

Las medidas impulsadas por Reino Unido

En paralelo, el Reino Unido ha tomado medidas similares mediante la creación del Foro de Cooperación Regulatoria Digital. Este foro reúne a reguladores de competencia, contenido y privacidad para colaborar en la formulación y aplicación de normas digitales que busca abordar los desafíos digitales desde una perspectiva integral y multidimensional.

“Históricamente el Reino Unido siempre ha tenido un enfoque para establecer marcos legales para la industria con reguladores independientes para impulsar reglas detalladas para regular estas industrias y luego supervisar la implementación y el cumplimiento”, decía Kate Jones, directora ejecutiva del Foro de Cooperación Regulatoria Digital en la capital británica.

Ante un panorama muy cambiante en plena era digital, Jones aseguró que “el gobierno del Reino Unido ha reconocido la necesidad de contar con una regulación digital” y hacer frente a los respectivos desafíos que presenta la tecnología.

Así que mientras que la UE opta por consolidar el poder regulatorio en una entidad central, el Reino Unido favorece la colaboración entre reguladores especializados. Estos enfoques divergentes reflejan las diversas estrategias para enfrentar los desafíos digitales y subrayan la complejidad de encontrar soluciones únicas.

A modo de conclusión, el debate en Estados Unidos, según el experto MacCarthy, se debería centrar en la necesidad de encontrar un equilibrio entre la centralización y la colaboración. Su propuesta aboga por una entidad centralizada, pero admite que el Congreso podría llevarla esta legislación desde un punto de vista más descentralizado con una coordinación efectiva entre diversas agencias.

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