Personas que reciben terapia sustitutiva renal en la Unidad de Diálisis Valencia Sur, en la avenida Las Ferias, se concentraron este jueves 25 de enero en las afueras del centro para exigir la reparación de la planta eléctrica, necesaria ante los constantes cortes no programados del servicio de electricidad.
Corresponsalía lapatilla.com
Onassis Muñoz, vocero de los pacientes con insuficiencia renal, indicó que la planta eléctrica lleva casi un año inoperativa por falta de repuestos. Señaló que han solicitado al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y demás entes públicos, la reparación de la misma, pero el reclamo no ha sido atendido.
Además, puntualizó que a las máquinas de diálisis no les funciona la batería de emergencia que se debe activar ante las fallas eléctricas. “Las máquinas están tan obsoletas que a ninguna les funciona esa batería de emergencia”, afirmó.
Muñoz explicó que debido a las interrupciones del servicio eléctrico, las personas no pueden recibir todas las horas de diálisis requeridas, quedando en riesgo la salud.
“Esto nos afecta mucho, a veces dejan pacientes sin diálisis o la diálisis queda interrumpida, incompleta, ese mecanismo lo que hace es que nosotros nos descompensemos. En el caso de este turno, se fue la electricidad a las 9:30 de la mañana del sábado, nos faltaba una hora de diálisis y nos tuvimos que ir. Cuando llegamos el martes otra vez, nos sentíamos mal porque nos faltó diálisis”, sostuvo.
Migdalia Martínez recibe terapia de hemodiálisis desde hace dos años en la Unidad de Diálisis Valencia Sur. Relató que cuando falla la energía eléctrica, tanto los pacientes como el personal de enfermería entra en alerta.
“Nosotros como pacientes perdemos mucha sangre y nuestra vida corre peligro cada vez que se va la luz, porque quedamos conectados y las enfermeras tienen que correr a mover las máquinas porque se apagan”, expresó.
Sin medicamentos para emergencia
Mariteis, familiar de un paciente con insuficiencia renal, comentó que tras la interrupción del suministro de electricidad, los pacientes quedan expuestos al calor, moscas, mosquitos y demás insectos, lo que aumenta el riesgo de infección para aquellos que tienen catéter o fístula.
Además, aseguró que en la unidad no cuentan con medicamentos de emergencia en caso de que los pacientes entren en shock.
“Lo que más nos cuesta es conseguir los medicamentos de emergencia, no hay un carrito de paro, que cuando ellos entran en un shock, no hay cómo ayudarlos para que puedan vivir, no hay adrenalina que debería haber aquí, no hay oxígeno desde hace meses”, denunció.
Comentó que deben invertir más de 200 dólares al mes entre medicamentos, exámenes de laboratorio y alimentación.
Los pacientes también denunciaron que las camillas no están en óptimas condiciones y la infraestructura de la Unidad está deteriorada.
Asimismo, solicitaron la reparación del aire acondicionado de la sala de espera para familiares, la presencia permanente de un médico nefrólogo y la dotación de equipos como tensiómetro y oxímetro.
Muñoz apuntó que en la Unidad de Diálisis Valencia Sur, dependiente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, atienden a 98 pacientes, divididos en tres turnos.