Parece mentira pero la censura chavista también llega hasta los locatarios del mercado turístico de Conejeros, en la isla de Margarita.
Dexcy Guédez//Corresponsalía La Patilla
Tienen prohibido dar declaraciones a los medios de comunicación, so pena de arriesgarse a ser despojado del local que ocupa.
Sin embargo, bajo la sombra del anonimato aseguran que el deterioro es cada día más evidente, debido a la falta de mantenimiento en todas sus áreas.
Ese mercado ubicado en el municipio García, fue inaugurado hace casi cuatro décadas, pero su crisis se ha agudizado en los últimos años al punto que de los 960 puestos que integran el área de mercancía seca, si acaso unos 30 sobreviven.
Eso representa poco más de 3% del total de los establecimientos que llegaron a competir en precios y variedad con las grandes tiendas de las avenidas Santiago Mariño y 4 de Mayo, al igual que las de los bulevares Gómez y Guevara, del casco central de Porlamar.
Y ni hablar de la depresión en el área gastronómica conformada por 24 locales entre empanaderas, areperas y vendedores de jugos de frutas,
El mercado municipal de Conejeros fue inaugurado hace casi cuatro décadas, pero su crisis se ha agudizado en los últimos cinco años.
En plena temporada de Carnaval, los pasillos lucen sus locales casi totalmente cerrados y vacíos sin compradores.
Ante ese la panorama, los vendedores no guardan ningún tipo de expectativas para la temporada de Carnaval.
“Los que sobrevivimos tampoco abrimos todos los días porque eso lo que nos genera es pérdida, porque gasto en pasajes para venir a abrir y me voy sin vender nada”, aseguró una de las vendedoras en ese mercado.
Otro locatario aseguró que están temblando porque les anunciaron que incrementarían el canon de los locales de 290 bolívares mensuales a 13 euros.
“Es imposible que podamos pagar esa cantidad porque ni en un semana vendemos ese monto y a veces, ni siquiera en el mes”, apuntó.
En el área de víveres resulta imposible hacer fotografías o videos porque quienes están ocupando los cubículos, asumen una posición muy radical y en consecuencia, es exponerse a la violencia de quienes están ubicados allí por ser líderes de calles y defender a capa y espada la revolución.
De 36 puestos en esa zona, apenas 11 sobreviven a la crisis y el deterioro de lo que fue uno de los atractivos turísticos más importantes de Margarita, y era el epicentro más cercano para conocer y disfrutar la gastronomía típica margariteña.