Cada vez que Diana Soler, de 18 años, veía a los ingenieros del Centro Espacial Johnson de la NASA coordinar alguna misión espacial, se preguntaba si algún día podría tener alguna experiencia similar, hasta que se postuló al programa “Ella es astronauta”, de la fundación colombiana She Is, que desde 2021 le ha cumplido el sueño a más de un centenar de jóvenes de visitar el Space Center de la NASA en Houston (EEUU).
Por Liz Castrellón / Camilo Álvarez / vozdeamerica.com
“Fue una experiencia maravillosa, nosotras ya teníamos esa visión de que si podíamos llegar a la NASA podíamos realizar cualquier cosa y esa es la visión de ahora, entonces después de eso nos dieron la noticia que íbamos a ser becadas en la universidad”, cuenta a la Voz de América, Soler, desde la Universidad del Bosque en Bogotá, donde estudia gracias una beca de la fundación She Is que busca que más niñas tengan habilidades en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
“Estoy estudiando ingeniería porque tenía que apostarle a algo, cuando ingresé a la carrera me di cuenta de que la mayoría eran hombres y que una mujer que esté estudiando ingeniería todavía se relaciona con que no podemos lograrlo, entonces en eso estoy luchando para demostrar que las mujeres también podemos estudiar estas carreras”, dice Soler.
“Ella es astronauta”, es un programa que arrancó en 2019 la fundación She Is, quien por medio de una alianza con el Space Center de la NASA, busca generar impacto en niñas de 11 a 16 años de escasos recursos en todas las regiones del país.
Video VOA
Además, el éxito del programa en Colombia permitió que se expandiera a otros países latinoamericanos como Perú, Panamá, Costa Rica, Ecuador y República Dominicana, y con el que buscan que estas jóvenes se conviertan en agentes de cambio en sus comunidades.
“Es el único programa en América Latina que tiene una alianza con el Space Center de la NASA para llevar a niñas en extrema vulnerabilidad y pobreza, apasionadas por la ciencia, la tecnología, el arte, la ingeniería y las matemáticas, a quienes hacemos parte de este programa orientando su educación en estas áreas, pero también generando habilidades blandas como liderazgo, trabajo en equipo y pensamiento crítico”, explica a la VOA Leidy Martínez, directora del programa STEM de la fundación She Is.
En la primera etapa del programa, las niñas seleccionadas se preparan durante cinco meses en clases virtuales en áreas STEM en cursos de robótica, programación, así como en la prevención de embarazo a adolescentes, ciberacoso y emprendimientos.
“En Colombia vamos por la cuarta misión, en otros países por la tercera y segunda, pero necesitamos más patrocinadores para que esto siga creciendo porque esto no es un viaje a la NASA, sino un cambio de mentalidad: una niña sin recursos viene y se forma en todo el tema STEM y habilidades integrales y le apuesta a su educación, pero además se visiona en la universidad y en un cambio de perspectiva que le ayuda a la niña a generar oportunidades para su comunidad y entorno”, destaca Martínez.
“Queremos que las niñas vean a Diana Trujillo como referente”
Luego de su preparación en la etapa inicial del programa, llega su inmersión académica por una semana en el Space Center en Houston, donde el grupo se sumerge en clases sobre programación, robótica, desarrollo de habilidades como trabajo en equipo y liderazgo.
“El objetivo central, además de promover la educación en temas STEM, es como logramos reducir esa brecha de mujeres que se están profesionalizando en estas áreas porque es un porcentaje muy bajo de mujeres que integran estas carreras, y ahora que Diana Trujillo ha tomado el papel y la vocería como directora de vuelo del Centro de Control de Misión del Centro Espacial Johnson de la NASA, queremos que las niñas la vean como referente”, dice Martínez.
Según cifras del estudio “Las mujeres en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en América Latina y El Caribe”, hasta 2020 sólo el 35 % de las personas que estudian carreras STEM en la región eran mujeres.
Transformar la vida de las niñas
Además de la experiencia con astronautas, científicas e ingenieras de la NASA, otro de los objetivos del programa, dice Martínez a la VOA, es que las estudiantes puedan continuar con todo el proceso y acceder a becas universitarias para que a largo plazo sean ellas quienes inviertan en educación en sus comunidades.
“Para nosotros es importante y clave que si queremos reducir la brecha de mujeres que se están profesionalizando en áreas STEM, las niñas tienen que ingresar a la universidad y hemos generado alianzas con organizaciones que han becado a varias de nuestras estudiantes”, comenta Martínez.
Además, dice que durante estos años del programa su éxito ha llevado a que “una de las niñas que hizo parte del primer proyecto está en séptimo semestre cursando doble titulación en ingeniería de sistemas y matemáticas, rompiendo estereotipos con todo el tema de género de ser mujer y de profesionalizarse en estas áreas”.
En paralelo, Martínez dice que continúan trabajando en otros programas con las jóvenes que no lograron acceder a la universidad.
“Tenemos una comunidad Alumni donde ellas siguen involucradas para mirar en qué se pueden seguir formando. Es una tarea muy linda porque semana a semana alimentamos esa base de datos con cursos y programas para seguir fomentando la educación en cada uno de los países en los que está el proyecto”.
Por eso, Diana Soler y Aylén Vargas, dos de las seleccionadas, agradecen las oportunidades que les ha ofrecido la fundación de cumplirles el sueño a miles de niñas en Colombia y la región.
“Realmente yo le deseo una experiencia así a cualquier niña”, dice Soler. Vargas, por su parte, concluye que es “una oportunidad que nos hace abrir los ojos”.