Según un estudio realizado por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), la falta de acceso constante al suministro de agua ha llevado a que el 92,3% de los participantes en las 12 ciudades encuestadas opten por almacenar agua como medida ante la inconstancia del servicio que reciben. Esta cifra refleja la insatisfacción y desconfianza que existe en el país en cuanto a la disponibilidad de este recurso.
En particular, las ciudades de Punto Fijo y Barquisimeto presentaron los porcentajes más altos de personas que admitieron almacenar agua en sus hogares, con un 98,2% y un 97,2% respectivamente. No obstante, el resto de las ciudades se mantuvo por encima de un 85% de ciudadanos que señaló almacenar el recurso, siendo una constante mantenida en todas las urbes bajo estudio por la organización.
Por otro lado, la ciudad de San Fernando de Apure registró el porcentaje más bajo de personas que almacenan agua, con un 85,4%. Aunque esta cifra es menor en comparación con otras ciudades, sigue siendo significativa y muestra que incluso en lugares donde el acceso al agua puede ser relativamente mejor, la necesidad de almacenarla sigue presente.
¿Cada cuánto reciben el suministro de agua?
Apenas el 23,0% de los ciudadanos encuestados indicaron que cuentan con el recurso las 24 horas continuas de agua, seguido de un 11,6% que recibe el suministro tres días a la semana y un 11,0% cuya frecuencia de recepción es de dos días a la semana.
Es decir, solo una de cuatro personas cuenta con el servicio de forma continua.
¿Cómo evalúan la calidad del servicio de agua potable?
El estudio reveló que el 64,9% de los participantes califica de manera negativa la calidad del servicio de agua en Venezuela. Los principales motivos de esta calificación negativa son la falta o intermitencia de suministro y la presencia de residuos en el agua. A pesar de esta situación, uno de cada tres habitantes aún valora de forma positiva el servicio de agua recibido.
Entre los aspectos más destacados de esta valoración positiva se encuentra la ausencia de problemas de salud derivados del consumo de agua y la falta de residuos visibles en el agua, que en ciudades representa casi la mitad de los encuestados.
Sin embargo, debido a la incertidumbre de cuándo volverá a llegar el agua a los hogares, el almacenamiento se ha convertido en una medida preventiva común entre los venezolanos. Ante la falta de confiabilidad del servicio, los ciudadanos buscan asegurar el acceso a este recurso esencial para sus actividades diarias.
Nota de prensa