El ex presidente estadounidense Jimmy Carter cumple este domingo un año en cuidados paliativos, un período en el que desafió todos los pronósticos, celebró su 99 cumpleaños y lloró la muerte de la que fue su esposa por 77 años, Rosalynn.
Por Infobae
“Un año después de ingresar en asistencia paliativa, el presidente Carter continúa en casa con su familia”, señaló el Centro Carter en una nota a los medios, a propósito del aniversario de su decisión de rechazar más tratamientos hospitalarios por diversos problemas de salud y vivir sus días en su casa de Plains, en Georgia.
“La familia Carter agradece las numerosas muestras de cariño que ha recibido y el continuo respeto a su privacidad durante este tiempo”, aseguró su fundación sin ánimo de lucro.
“La familia se alegra de que su decisión del año pasado de ingresar en cuidados paliativos haya suscitado tantas discusiones familiares en todo el país sobre un tema importante”, completó.
Carter, premio Nobel de la Paz en 2002, defensor de causas benéficas y antiguo agricultor de maní, es el mandatario más longevo de la historia de Estados Unidos.
El matrimonio de los Carter fue, además, más largo que el de cualquier otro presidente, eclipsando los 73 años de George H.W. Bush y su esposa, Barbara.
Tras superar un cáncer cerebral a los 90 años y sufrir otras dolencias que requirieron hospitalización, se pensaba que Carter estaría en sus últimos días en febrero de 2023, cuando el Centro Carter anunció que pasaría “el tiempo que le queda” en un programa paliativo, en casa con su familia.
Pero Carter ha resistido e incluso hizo una aparición pública en noviembre de 2023 durante el funeral de Rosalynn Carter. La ex primera dama falleció a los 96 años, solo unos días después de ingresar también en asistencia paliativa.
El presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden, sus viejos amigos, se unieron a ellos en la primera fila, junto con el ex presidente Bill Clinton y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton y las ex primeras damas Melania Trump, Michelle Obama y Laura Bush.
La vicepresidenta Kamala Harris y el segundo caballero Doug Emhoff presentaron sus respetos, al igual que los senadores estadounidenses de Georgia y el gobernador Brian Kemp y su esposa Marty. Más de 1.000 personas, incluido un contingente considerable de agentes del Servicio Secreto, llenaron el santuario. Los ex presidentes Donald Trump, Barack Obama y George W. Bush fueron invitados pero no asistieron.
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