La Administración del presidente Joe Biden ha considerado endurecer la entrevista inicial para solicitantes de asilo que llegan a la frontera sur de EE.UU. y deportar de forma expedita a quienes no cumplen con los criterios, tras el fracaso en la aprobación de un proyecto de ley sobre fronteras, informó este miércoles el canal NBC.
Tres funcionarios gubernamentales dijeron al canal que el plan busca reducir los migrantes que cruzan la frontera suroeste de EE.UU.
La nueva política elevaría los estándares que se utilizan en la entrevista de “miedo creíble” con la que las autoridades establecen que el solicitante de asilo tiene un caso viable.
También ordenaría al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) que dé prioridad de deportación a los migrantes recién llegados que no cumplen con los requisitos para solicitar asilo como parte de una política de “el último en entrar, el primero en salir”, dijeron los funcionarios.
La medida del Gobierno Biden se daría después del fracaso en el Senado estadounidense de un proyecto de ley bipartidista que proponía cambios a las leyes de asilo de EE.UU. apoyados por la Casa Blanca.
El proyecto de ley, que tardó meses en negociarse, no consiguió los 60 votos necesarios para pasar a debate a comienzo de febrero. La propuesta legislativa tampoco contaba con el apoyo de los republicanos en la Cámara de Representantes.
La masiva llegada de migrantes por la frontera sur de EE.UU. se ha convertido nuevamente en uno de los principales temas de elecciones y ha enfrentado a estados dirigidos por republicanos con el Gobierno Biden.
La batalla política llevó a los republicanos de la Cámara Baja a aprobar la semana pasada someter al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a un juicio político acusándolo de estar desatendiendo la frontera al no aplicar las leyes migratorias existentes. EFE