La vida de Jake Lloyd dio un giro radical cuando fue seleccionado para protagonizar la nueva saga de Star Wars que narraba la historia previa a las películas clásicas. Una entrega de tres secuelas en las que el actor iba a interpretar nada más y nada menos que a un pequeño Anakin Skywalker, quien con los años acabaría siendo Darth Vader.
Por ABC.es
El problema es que Lloyd sólo tenía 10 años y la presión a la que se vio sometido y la fama alcanzada terminaron por hacerle pasar por su propio ‘lado oscuro de la Fuerza’.
Sólo dos años después del estreno de la película, el niño decidió apartarse del mundo del cine. No lo confesó en aquel momento pero sí tiempo después: había empezado a sufrir bullying en el colegio por su participación en la saga y no soportaba el ruido mediático. Pero aún le pasaría factura su repercusión como niño actor.
En 2015, cuando tenía 26 años, trascendió a la prnesa un asalto verbal y físico a su madre, aunque esta decidió no presentar cargos porque, tal y como reveló por primera vez, a Jake le habían diagnosticado esquizofrenia paranoide y por aquel entonces no estaba tomándose su medicación.
A este primer incidente le sucedieron otros cuantos, entre ellos comportamientos inadecuados e incívicos como una imprudencia temeraria al volante que acabó con él arrestado.
Un nuevo brote psicótico
Ahora, ha sido su madre, Lisa Riley, la que ha decidido hablar sobre los problemas de salud mental de su hijo y ha revelado que lleva en tratamiento desde marzo de 2023, cuando sufrió un brote psicótico que le llevó a de repente pararse en seco en una autovía de tres carriles muy concurrida, poniendo en peligro la vida de mucha gente y la suya propia.
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