En la búsqueda del equilibrio entre progreso y tradición, avances y desafíos, hay una fuerza subestimada, subutilizada durante demasiado tiempo: el poder transformador de la mujer. En un mundo donde los ideales de libertad y democracia se ven amenazados por la opresión e injusticia, las mujeres desempeñan un papel fundamental en la lucha por un futuro justo y equitativo. Son agentes de cambio y guardianas de la independencia. Es en sus luchas y perseverancia donde encontramos la semilla de un mañana mejor. La frase “Las mujeres parirán libertad y democracia” encapsula la idea de que el empoderamiento es esencial para el florecimiento de sociedades libres y democráticas.
Durante siglos, han luchado y enfrentado impedimentos, que, a pesar de los avances, aún persisten los desafíos que les imposibilitan alcanzar su pleno potencial. Históricamente, relegadas a roles secundarios, marginadas y silenciadas. Sin embargo, combatiendo incansables por sus derechos y los de aquellos que han sido oprimidos. Desde su participación en movimientos de sufragio hasta la lucha por la igualdad de género y justicia social, han demostrado una y otra vez su capacidad para liderar y generar cambios significativos.
En la actualidad, nos encontramos en un momento crucial en el cual, la democracia y libertad están siendo desafiadas en el mundo y Venezuela no es la excepción. Los principios fundamentales de elegir, ser elegido, paridad, equidad y Derechos Humanos están siendo amenazados, conculcados por regímenes autoritarios, extremismos políticos y desigualdades sistémicas. Ante el panorama, hay que reconocer -sin egoísmos- el papel vital que la mujer desempeña en la defensa y promoción de estos valores esenciales. Aportan una perspectiva única y enriquecedora a los procesos políticos, culturales, sociales y económicos. Estudios han demostrado que las empresas y organizaciones con una mayor representación de mujeres en posiciones de liderazgo tienden a ser más innovadoras, resilientes y exitosas. Lo mismo puede aplicarse a los gobiernos y otras instituciones democráticas.
Las mujeres crearán independencia no solo porque son las principales afectadas por la falta de estos principios, sino también porque poseen una perspectiva única y determinación inquebrantable para generar cambios significativos. Su capacidad para construir coaliciones, empatía y compromiso con la entereza las convierten en líderes naturales en la lucha por un mundo libre y democrático.
Sin embargo, para que las mujeres puedan desempeñar plenamente este papel, es fundamental que se eliminen las barreras que obstaculizan su participación y liderazgo. Esto incluye la eliminación de la discriminación de género, derecho a elegir y ser elegidas, garantía de correspondencia de oportunidades y apoyo activo a las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. Además, es esencial se reconozca y valore el trabajo no remunerado que realizan en el ámbito doméstico y comunitario.
Asimismo, se promueva una cultura de respeto y reconocimiento hacia las líderes, activistas, se fomente su participación electoral y en los procesos de toma de decisiones. Solo a través de un compromiso genuino con la igualdad e inclusión la sociedad aprovechará el potencial transformador de la mujer.
Las mujeres parirán libertad y democracia no solo como hecho de resistencia, sino como un acto de creación y renovación. Su fuerza, valentía y determinación son la luz que guiará el camino hacia un futuro de justicia e identidad, dejen de ser fantasía, imaginación o ilusión. Es hora de escuchar sus voces, valorar sus contribuciones y unirnos a su lucha por una Venezuela mejor. Juntos, podemos hacer que esta visión se convierta en una realidad. No solo parirán libertad y democracia, sino que serán pilares en su consolidación y permanencia.
@ArmandoMartini