Desde que Shannen Doherty (Memphis, Tennesse, 52 años) revelase en 2020 que padecía un cáncer de mama (aunque ya pasó antes por la enfermedad, en 2015, que remitió dos años después), la actriz ha sido muy vocal tanto en lo referente a su tratamiento y las nuevas informaciones sobre su salud, como en todo lo relacionado con la enfermedad en sí y cómo afecta a su día a día, especialmente desde que el año pasado lanzase su podcast Let’s Be Clear. En junio de 2023, explicó que el cáncer había alcanzado al cerebro, donde tenía metástasis. Y, más adelante, informó que también había afectado a sus huesos. Su diagnóstico es cáncer en estadio IV o metastásico, una enfermedad que todavía no tiene cura, aunque los nuevos tratamientos están mejorando la vida de sus pacientes. La eterna Brenda Walsh de Sensación de vivir o Prue Halliwell en Embrujadas conoce bien esta información y, en el último episodio de su podcast, ha explicado cómo se está preparando para la muerte: “Mi prioridad en este momento es mi madre. Sé que va a ser muy duro para ella si yo muero antes. Y porque sé que va a ser duro, estoy intentando que otras muchas cosas le resulten más fáciles. No quiero que tenga que encargarse de un montón de cosas. No quiero que se encuentre con un trastero lleno de muebles”, ha afirmado la intérprete.
Por El País
Así que Shannen Doherty está haciendo limpieza, vendiendo o regalando un sinfín de objetos que ha conservado hasta ahora: “Sientes que estás soltando algo que fue muy especial e importante para ti. Pero sabes que es lo que debes hacer… y, al final, va a darte cierta sensación de paz y de calma. Porque estás ayudando a la gente que se va a quedar a tener una transición más limpia y más sencilla”, afirma, reconociendo, a su vez, que sabe perfectamente que el proceso para aquellos que se quedan nunca será fácil.
No es la primera vez que la actriz habla de manera tan abierta sobre su propia mortalidad. De hecho, según ha ido revelando en su propio podcast, Doherty tiene las cosas muy claras. Esto incluye desde la lista de personas que no quiere que acudan a su funeral, que no reveló en directo, pero que está en manos de su íntimo amigo y agente inmobiliario Chris Cortazzo, quien es el albacea de sus últimas voluntades, hasta sus planes de cremación y lo que quiere que hagan después con sus cenizas: “Quiero que las mezclen con las cenizas de mi perro y con las cenizas de mi padre”, dijo la actriz. También le ha dado permiso a su amigo Chris Cortazzo para que una porción de esas cenizas se utilicen para crear una joya.
En cuanto al asunto que ahora le ocupa, Doherty ha revelado que siempre ha sido una entusiasta de los mercados de segunda mano y los anticuarios, lo que ha generado una gran colección de muebles que, según afirma, sería “muy triste” que terminasen en un espacio de almacenamiento: “Yo ya no lo voy a disfrutar y otros tampoco lo estarían disfrutando, ¿realmente lo necesito a estas alturas? ¿Necesito tener tres mesas de comedor en casa? La respuesta es no, la mayoría de veces no necesitamos las cosas que tenemos, y a todos nos vendría bien un poco de limpieza y no convertirnos en acaparadores, que es lo que yo estaba haciendo con todos mis muebles”. Además, los beneficios que saque de la venta de sus pertenencias servirán para regalarse un viaje con su madre: “Son solo cosas. No las necesito. No me dan alegría, pero lo que me da alegría es llevarme a mi madre a sitios a los que siempre ha querido ir”, ha confesado la actriz, “puedo construir recuerdos para la gente a la que quiero”.
Tras su primer diagnóstico, en el verano de 2015, Doherty se sometió a una mastectomía y pasó por quimioterapia y radioterapia. En mayo de 2017 dio a conocer que el cáncer estaba en remisión, pero la enfermedad regresó un par de años después, como anunció ella misma a principios de 2020. “Va a salir a la luz en cuestión de días o semanas que me encuentro en un estadio IV. Mi cáncer ha vuelto y por eso estoy aquí”, contó en una entrevista en el programa Good Morning America. En estos años la situación ha empeorado. En enero de 2023 se sometió a una cirugía para eliminar el tumor que había llegado a su cerebro, algo que hizo público el pasado junio, cuando contó que había bautizado a dicho tumor como Bob. “Tuvieron que quitarlo y diseccionarlo para ver cuál era la patología. Definitivamente, fue una de las cosas por las que más miedo he pasado en toda mi vida”, relató la actriz. Posteriormente, también a sus huesos.
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