El Roma de Daniele de Rossi asaltó este jueves San Siro al doblegar con cierta suficiencia al Milan (0-1) en la ida de cuartos de final de la Liga Europa con el tanto de Gianluca Mancini, que decidió con un testarazo el partido y encarriló una eliminatoria que se decidirá en el Olímpico de Roma el próximo jueves.
“El Roma de De Rossi es una historia muy diferente al de Mourinho”, dijo Pioli en rueda de prensa antes del duelo, sabedor de que no era tarea fácil medirse a los romanos. Y sus palabras retumbaron durante todo el encuentro en todo San Siro, que se topó con la mejor versión del Roma en toda la temporada, un equipo al que hace apenas 3 meses goleó en Serie A, precisamente en el duelo que provocó el despido de Mourinho.
Porque la primera parte pareció disputarse en territorio romano, con una media hora inicial para enmarcar que desembocó en el tanto de Mancini. El dominio generalizado durante los primeros 45 minutos de los de De Rossi fue evidente, con la consigna táctica clara de meter a El Shaarawy por el perfil diestro para neutralizar la zona más peligrosa del Milan, la formada por Theo y Leao, sin apenas incidencia en el juego, sustituido en el minuto 78 entre algunos pitos y abucheos.
Circuló cómoda en todas las líneas la ‘Loba’, encontrando espacios en la zona de tres cuarto gracias al constante movimiento de Dybala, Lukaku y Pellegrini que desarboló la defensa milanista, sobrepasada. Solo un disparo lejano de Reijnders pareció apaciguar el torrente ‘giallorosso’ en San Siro. Pero se quedó en eso, un simple aviso que no redujo a los visitantes.
Los disparos de Pellegrini, Lukaku y Dybala hundieron al Milan, desdibujado en su propia casa. Con Leao desaparecido, fue estéril en ataque y tuvo que emplearse a fondo para mantenerse a flote hasta que un intento de El Shaarawy exigió el máximo de Maignan para evitar el gol. Ahí el Roma sintió que era superior. Y el Milan, que protestó fuera de juego en la jugada, se hizo pequeño.
En ese mismo saque de esquina Lukaku bloqueó a Loftus-Cheek y permitió rematar al hombre de moda en Roma, un Mancini que decidió el ‘Derby della Capitale’ este fin de semana ante el Lazio también con un remate de cabeza y que encarriló el duelo colocando a los suyos al descanso merecidamente por delante, no sin antes sufrir un susto en un remate de Giroud que salvó Lukaku bajo palos.
El inicio de la segunda mitad no fue muy diferente. Despertó el Milan, reaccionó Pioli para dar entrada a Adli en el puesto de Bennacer, pero el control continuó siendo romano. Siempre una opción de pase, siempre una buena elección. Lukaku fue clave con su corpulencia para dar oxígeno y tiempo constantemente. El Roma jugaba con el tiempo a su favor y estaba siendo mejor.
Tuvo de hecho dos ocasiones muy peligrosas la ‘Loba’ en pies de Pellegrini y de Cristante. El Milan se resignaba al duelo personal entre Reijnders y Svilar en los disparos lejanos que ganó el meta, protagonista también los últimos compases al salvar el centro envenenado de Adli con una mano.
Solo en los últimos compases, aprovechando el evidente bajón físico del Roma, el Milan pudo igualarse ante su rival y generar dudas en la defensa visitante, hasta el momento con el partido bajo control pero que sufrió con la entrada de Chukwueze, que provocó la ocasión más clara de los suyos en el minuto 86 al llegar a línea de fondo y dejar a Giroud un balón manso en el área pequeña que el francés estrelló contra el larguero.
Ahí tuvo el empate el Milan tras un duelo gris en el que el Roma mereció la victoria pese a los minutos finales. Los de De Rossi asaltaron San Siro, alargaron su gran momento ganando el primer encuentro ante el Milan en la historia en competiciones europeas y llegarán al Olímpico de Roma con ventaja para acceder a las semifinales. AFP