La advertencia es para Pekín: Joe Biden prometió este jueves defender Filipinas en caso de un ataque en el Mar de China Meridional. El presidente estadounidense habló al margen de una cumbre trilateral sin precedentes con Japón y Filipinas.
Por RFI
En los últimos días se han llevado a cabo ejercicios navales chinos en el mar, frente a los ejercicios conjuntos de Estados Unidos, Japón y Filipinas. Este viernes por la mañana, el barco 2502 de la Guardia Costera China vino a patrullar las aguas en disputa de la isla Diaoyu/Senkaku en el Mar de China Oriental. La medida fue descrita como “legítima” para “defender los derechos e intereses de China”, según las autoridades citadas por la agencia de noticias Xinhua.
La embajada china en Tokio calificó el fortalecimiento de la alianza entre Estados Unidos y el archipiélago como una “amenaza a la paz y la estabilidad regionales”.
“Reabrir la caja de Pandora”
Este mensaje es repetido a coro por el ejército de internautas nacionalistas que se despertaron con la declaración tripartita de anoche de Estados Unidos, Japón y Filipinas. Los términos usados son más virulentos y mucho menos diplomáticos: “Tengo la impresión de que Biden está paseando a sus perros”, reza uno en la red Weibo, en alusión a la reunión del primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente filipino, Ferdinand Marcos, en Washington. O: “Debemos poner a prueba la lealtad de los aliados de Estados Unidos atacando primero a Filipinas y Japón”.
Es probable que este fortalecimiento de la alianza entre Estados Unidos, Japón y Filipinas dé alas a Manila, sugieren los medios estatales chinos. “Esto podría reabrir la caja de Pandora de un nuevo ciclo de ocupación de islas por parte de algunos países en el Mar de China Meridional y tener un impacto negativo en la paz y la estabilidad regionales”, estima Lei Xiaolu, profesor de derecho en el Instituto Chino de Estudios Fronterizos y Oceánicos de la Universidad de Wuhan, citado por Huanqiu Shibao.
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