Más de 30.000 niños menores de 18 años pasaron al menos una noche en un albergue durante el año pasado en Nueva York a falta de un hogar, de acuerdo a los últimos datos de la Oficina del Contralor sobre las personas sin techo que viven en la ciudad.
Los datos pertenecen a un panel de control impulsado por la Oficina del Contralor (municipal) con el objetivo de hacer un seguimiento de la población que vive en albergues, desglosada por familia, edad y raza y contando sólo el número de los refugios del Departamento de Servicios para Personas Sin Hogar (DHS, en inglés).
De media, unos 13.000 niños de entre 0 y 5 años pasaron una noche en un albergue del DHS en 2023, lo que supone un aumento del 47 % con respecto al año anterior, y en septiembre más de la mitad de menores en refugios se encontraban en este intervalo de edad.
Además, ese mismo mes 14.371 personas acogidas en los albergues tenían entre 6 y 13 años, y unos 4.600 oscilaban entre los 14 y los 18.
En cuanto a etnias, en 2023 la población sin techo mayoritaria era de origen hispano, alcanzando su pico durante el mes de mayo, con más de 24.000 hispanos viviendo en albergues.
Desde hace dos años Nueva York atraviesa una grave crisis migratoria, ante la que la Alcaldía ha respondido recientemente limitando la estancia en los albergues y enviando una carta de desalojo a los residentes, que se ven obligados a dejar el refugio en un plazo de 30 a 60 días.
Aunque la suspensión de desahucios durante la pandemia redujo, el número de refugiados en albergues, en los últimos 25 años la cifra de personas sin techo que se hospedan en este tipo de albergues ha aumentado un 175 %, pasando de ser 22.955 personas a 62.679.
“Necesitamos combatir urgentemente la crisis de los sin techo, y tenemos muchas más posibilidades de hacerlo eficazmente si analizamos los datos de forma clara y coherente”, anota el contralor, Brad Lander, en un comunicado del departamento. EFE