“Llegué a Hollywood sin que me arreglaran la nariz, me blanquearan los dientes ni me cambiaran el nombre. Eso es muy gratificante para mí”, dijo la consagrada actriz según El País. A simple vista, Barbra Streisand lo tiene todo: aclamación, respeto y todas las ventajas que conlleva ser una artista legendaria. Pero el camino hacia el éxito y la felicidad no fue fácil. Estos son los trágicos detalles de la vida de la estrella.
Por infobae.com
La muerte prematura de su padre
Barbara Joan “Barbra” Streisand nació el 24 de abril de 1942, en Brooklyn, Nueva York. Hija de Diana Kind, una cantante convertida en secretaria de escuela, y de Emanuel Streisand, un profesor de secundaria. El culto padre de Barbra murió a los 35 años, cuando la futura diva tenía sólo 15 meses. Su prematura muerte dejó un gran vacío en la vida de Barbra y su familia, como la actriz declaró a People, “Siempre sentí que nunca tuve un padre. Ni siquiera había una foto de nosotros. Sólo sus libros en el sótano, atados con cuerda”. Este hecho hizo que Barbra se destacara entre sus compañeros, como explicó una vez a Oprah Winfrey, “Se me conocía como la niña que tenía buena voz y sin padre”.
Pero el hecho de que Emanuel no estuviera físicamente presente a lo largo de la vida de su hija no significa que no la influenciara. Reveló a Winfrey que visitó a una médium que decía poder “llamar” a su padre, por sugerencia de su hermano, Streisand dijo, “Durante 39 años, no había visitado la tumba de mi padre. Así que primero fui y me tomé una foto con el brazo alrededor de su lápida. Es la única foto que tengo con él. Luego nos reunimos con la mujer, y la mesa se movió”. Sintiéndose “totalmente conectada” con su padre, la experiencia la llevó a dar el paso y dirigir su propia película Yentl (1983). “Y hubo muchas cosas que nunca pude decirle a mi padre. Estaba orgullosa de ser su hija, estaba orgullosa de llevar su apellido”.
El alejamiento de su madre
“Mi madre nunca pensó realmente que podría llegar a ser algo”, contó en una entrevista con CBS News. Después de la muerte de su esposo, la mamá de Streisand se alejó bastante de su familia. Barbra contó a People, “Emocionalmente mi madre me dejó al mismo tiempo, estaba en su propio trauma”. En declaraciones al Daily Mail, describió además la salud mental de su madre diciendo, “El Prozac apaga tus sentidos. Cuando mi madre lo tomaba olvidaba estar molesta. También tenía demencia y se olvidó de que siempre estaba muy molesta, pero esa píldora le ayudó mucho”.
Aun así, Barbra no está resentida con su mamá, que entiende que era infeliz, como explicó, “Mi madre tenía buenas intenciones. Y nunca me abrazó ni me dijo ‘te quiero’. Yo soy más de tocar que mi madre”. En lugar de ser excesivamente cariñosa, Diana utilizó la comida para establecer una conexión con su hija. Como explicó la estrella de Tal cómo éramos (1973) a Oprah Winfrey, “Para ella, el amor era la comida. Cuando me gradué antes de tiempo de la secundaria y me mudé de casa a los 16 años para estudiar actuación, ella iba a mi casa para traerme medio melón y sopa de pollo”. Diana Streisand Kind murió en el 2002 a los 93 años en Los Ángeles. En ese momento, el publicista de Barbra Streisand declaró, “Hija de un cantor, tenía una hermosa voz para cantar, un legado que pasó a sus hijas”.
Pobreza en Brooklyn
Tras la muerte de su padre, Streisand se fue a vivir al pequeño departamento de sus abuelos maternos en Brooklyn con su madre, Diana, y su hermano mayor, Sheldon, según People. En la entrevista con Oprah, Barbra recordó, “Mi abuela y mi abuelo dormían en una habitación, y mi madre y yo en otra, con mi hermano durmiendo a nuestro lado en un catre. No teníamos una sala de estar, así que no teníamos un sofá, quizás es la razón por la que me encantan ahora”. En declaraciones a People, Streisand afirmó además, “Nunca tuve una habitación para mí sola hasta los 16 años”.
Aunque las condiciones de vida de la joven Barbra no eran ideales, todavía habla con cariño de sus orígenes en Brooklyn. Previo a un concierto en 2012 en el distrito declaró, “Estoy contenta de venir de Brooklyn: es la realidad. Supongo que se puede volver a casa”. El departamento de sus abuelos en la calle Pulaski fue también el lugar donde descubrió su voz.
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