Cuando El Chapo Guzmán logró fugarse del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, hace más de 23 años, pocos se habrían imaginado que los personajes que ayudaron a fraguar su liberación -según el periodista Jesús Lemus- hoy estarían en la situación que enfrentan: uno (Genaro García Luna) tras las rejas, otro (Alfonso Durazo) gobernando Sonora y el último (Alejandro Gertz Manera) dirigiendo la Fiscalía General de la República (FGR).
Por infobae.com
El 19 de enero de 2001 el expresidente Vicente Fox Quesada estaba por cumplir dos meses al frente del país; eran los tiempos del “cambio” y el primero de los 12 años que el PAN ocuparía la Presidencia; también era el inicio de la “leyenda” de El Chapo Guzmán y su primera de dos fugas de cárceles mexicanas.
Desde ese entonces, han sido dos las teorías difundidas acerca de la fuga del exlíder del Cártel de Sinaloa: la primera y oficial apunta a que Joaquín Guzmán Loera atravesó las puertas de Puente Grande oculto en un carrito de lavandería empujado por Javier Camberos Rivera, alias “El Chito”, su único ayudante; la segunda hipótesis refiere que El Chapo salió vestido como uno de los agentes de la Policía Federal que ingresaron al penal presuntamente para investigar la fuga del capo. Al menos así lo narra el periodista Jesús Lemus en su libro “Los Malditos”.
El tridente que ayudó a El Chapo
Para el periodista encarcelado -así lo ha denunciado él- por una venganza personal del expresidente Felipe Calderón, es evidente que la primera fuga de El Chapo Guzmán no pudo ocurrir sin que al menos tres personajes del alto círculo de la política nacional del momento lo supieran: el titular de la Policía Federal (García Luna), el Secretario de Seguridad Pública de Fox (Gertz Manero) y el Secretario Particular de la Presidencia de Fox (Alfonzo Durazo).
Genaro García Luna: La versión de Jesús Lemus apunta a un soborno que Ismael El Mayo Zambada le entregó -se habla de dos millones de dólares y un pago mensual- para que se respetara la integridad de El Chapo al interior del penal; en ese entonces el exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón se encontraba al frente de la Policía Federal -uniforme que habría portado El Chapo para fugarse- y alistándose para encabezar la Agencia Federal de Investigación (AFI).
Alfonso Durazo: El hoy gobernador de Sonora es el segundo personaje que para el periodista debió estar enterado de lo que se fraguaba al interior del penal de Puente Grande y del pacto que se celebró a finales del año 2000 para sacar al exlíder del Cártel de Sinaloa de prisión.
En su libro “El Licenciado”, Jesús Lemus escribió que “Es difícil suponer que los principales miembros del gabinete de seguridad (de Vicente Fox) como Santiago Creel Miranda (Gobernación), Alejandro Gertz Manero (Seguridad) y Alfonso Durazo (Jefe de la Oficina de Presidencia) no hubieran conocido el plan de la fuga o al menos no hubieran sido engañados para que se implementara”.
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