Derecha o izquierda: contraste ideológico, por Noel Álvarez

Derecha o izquierda: contraste ideológico, por Noel Álvarez

Noél Álvarez @alvareznv

El origen de los conceptos políticos de derecha e izquierda se remonta a la Revolución Francesa, que tuvo lugar en el siglo XVIII, específicamente en 1789. Durante ese período tumultuoso de la historia, cuando Francia estaba en medio de un profundo cambio social y político, se desarrollaron estas categorías para describir las posiciones políticas y filosóficas de los diferentes grupos en la Asamblea Nacional Constituyente. Desde entonces, la política ha sido un campo de batalla de ideas, donde los valores, las creencias y las políticas se entrelazan en un debate constante sobre el rumbo de la sociedad.

La ubicación física de los diputados en la Constituyente de Francia desempeñó un papel crucial en la creación de estos términos. Los diputados que apoyaban la monarquía y la tradición se sentaban en el lado derecho del presidente de la Asamblea, mientras que aquellos que abogaban por la revolución, el cambio y la igualdad se sentaban en el lado izquierdo. Estas posiciones físicas llevaron a que los diputados fueran identificados como “de derecha” o “de izquierda”, respectivamente.

Con el tiempo, los términos “derecha” e “izquierda” se extendieron más allá de la Revolución Francesa y se convirtieron en una forma común de clasificar las posturas políticas en todo el mundo. Si bien la interpretación precisa de lo que constituye la derecha y la izquierda ha evolucionado con el tiempo y puede variar según la cultura y el contexto político y hasta se podría afirmar que en los tiempos que corren, se han debilitado, estos conceptos siguen siendo importantes en la política contemporánea para describir y comprender las diferencias ideológicas y políticas de los grupos y personas.

En este escrito trataré de examinar someramente las implicaciones ideológicas, políticas y sociales que implican estos dos conceptos antagónicos.

Los cultores de derecha se afianzan en la creencia de que la libertad individual es un valor fundamental y por tanto, las regulaciones gubernamentales deben ser mínimas para permitir que las personas tomen sus propias decisiones en la vida, ya sea en términos de elección personal, inversión económica o libertad de expresión.

Los defensores de la derecha tienden a favorecer la economía de mercado, argumentando que la competencia y la propiedad privada son los motores eficaces del crecimiento económico y la creación de riqueza. Esto implica un apoyo a políticas económicas que reduzcan la intervención del gobierno en la economía y fomenten la libre empresa.

La derecha política suele priorizar la seguridad nacional y una defensa fuerte, aduciendo el hecho de que, una nación segura es fundamental para proteger los valores y la estabilidad de la sociedad. Esto se concreta en un mayor gasto militar y una robusta política exterior.

Los derechistas a menudo defienden valores tradicionales y estructuras sociales, como la familia nuclear y las instituciones religiosas. Esto puede llevar a posturas conservadoras en temas sociales como el matrimonio, el aborto y los derechos LGBTQ+.

La izquierda por su parte, se caracteriza por promover la igualdad, la justicia social y la intervención gubernamental para abordar desigualdades y problemas sociales. Se dedican a promover la igualdad de oportunidades y la reducción de desigualdades económicas y sociales. Esto se traduce en apoyo a políticas de redistribución de la riqueza, aumento de los impuestos a los más ricos y programas de asistencia social para los desasistidos.

Los progresistas abogan por un gobierno activo que regule los mercados, brinde servicios públicos y proteja los derechos laborales. Esto puede incluir regulaciones ambientales más estrictas, leyes laborales que favorezcan a los trabajadores y programas de atención médica y educación, todos ellos financiados por el erario público.

Los izquierdistas suelen ser defensores de políticas destinadas a abordar el cambio climático y promover la sostenibilidad ambiental. Esto incluye la adopción de energías renovables, la regulación de emisiones contaminantes y la promoción de prácticas sostenibles en la agricultura y la industria.

La izquierda a menudo lidera en la defensa de los derechos civiles y sociales, incluyendo la igualdad de género, los derechos de las minorías raciales y étnicas, y los derechos LGBTQ+, abogando por la implementación de políticas que combatan la discriminación y promuevan la inclusión.

En última instancia, ser de izquierda o de derecha no se limita a una cuestión de preferencia política, sino que refleja visiones del mundo profundamente arraigadas en la historia, la cultura y la experiencia personal. A medida que avanzamos hacia el futuro, es esencial comprender la complejidad de estos términos y reconocer que, más allá de las diferencias superficiales, todos compartimos un objetivo común: construir sociedades más justas, equitativas y prósperas para todos.

Coordinador Nacional del Movimiento Político GENTE
noelalvarez10@gmail.com

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