Las protestas por la guerra en Gaza en decenas de universidades en Estados Unidos siguen este martes para mostrar su rechazo a la política estadounidense hacia Israel, mientras crece la controversia retórica sobre si dichas manifestaciones promueven el antisemitismo o son simplemente antibélicas e incluyen a estudiantes judíos.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, tachó este martes de “antiamericano” que el actual presidente estadounidense, Joe Biden, “sea incapaz o no quiera” condenar lo que está sucediendo en algunas universidades estadounidenses y apuntó a una falta de liderazgo en un “momento crítico”.
“No se trata de libertad de expresión”, añadió en rueda de prensa el republicano sobre las protestas propalestinas, y opinó que el país necesita “desesperadamente” una autoridad moral clara ante lo que considera un aumento del antisemitismo.
El senador conservador Tom Cotton ha llegado a llamar a los manifestantes “turba proterrorista” y ha pedido más mano dura contra los estudiantes por parte de la Policía.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, consideró la semana pasada que los estudiantes participantes en las protestas pacíficas propalestinas en dicho estado sureño deberían ir a la cárcel por promover el odio y el antisemitismo.
También la Casa Blanca ha recalcado en distintas ocasiones que el presidente Biden apoya el derecho a la “protesta pacífica”, pero que está en contra de “cualquier retórica violenta, amenazas de odio (…) y antisemitismo”, algo que han denunciado algunos estudiantes, pero no está siendo algo generalizado y desde el comienzo ha permitido la participación de estudiantes judíos opuestos a la guerra.
A parte de criticar el apoyo de Washington a Israel durante la guerra de Gaza, otro denominador común entre estas manifestaciones es la demanda de los estudiantes a sus centros educativos para que cesen sus inversiones en el sector privado israelí y se promueva mayor transparencia sobre esas relaciones y su posible implicación con la industria militar.
El senador judío progresista y exaspirante a la presidencia Bernie Sanders rechazó el paralelismo trazado por el primer ministros israelí, Benjamín Netanyahu, entre las protestas de estos días y las ocurridas durante la Alemania nazi contra los judíos.
“El antisemitismo es una forma vil y despreciable de intolerancia, pero por favor no insulte la inteligencia de los estadounidenses, intentando distraernos de las políticas de guerra inmorales e ilegales de su gobierno extremista y racista”, aseguró Sanders en una entrevista.
“La gran mayoría de la gente que protesta (…) está cansada y asqueadas por esta guerra”, indicó el senador.
Omer Bartov, profesor judío y experto en el Holocausto y Genocidio de la Universidad de Brown, ha alertado de que las acusaciones de antisemitismo contra las protestas universitarias, en las que ha participado liderando asambleas y debates en la Universidad de Pennsilvania, son peligrosos porque se utilizan como arma arrojadiza.
“Hay política y hay prejuicios. Y si no hacemos una distinción entre los dos, entonces lo que realmente estamos haciendo es imponer un silencio sobre las políticas del gobierno israelí que han culminado ahora en la total destrucción de Gaza”, indicó Bartov en una entrevista de radio este martes.
Este martes College Democrats of America, la organización estudiantil del Partido Demócrata, respaldó en un comunicado las protestas en los campus por “ver esta guerra como lo que es: destructiva, genocida e injusta”, a la vez que condenaron las actuaciones policiales para desalojar los campamentos. EFE