Para los seres humanos, los animales más mortíferos del mundo son diferentes especies de mosquitos que pueden transmitir parásitos o virus que causan enfermedades, como malaria o paludismo, dengue, zika, entre otras.
Por Infobae
Se estima que los mosquitos son responsables de hasta un millón de muertes de personas al año, mientras que las serpientes matan unas 100.000.
Los mosquitos no pican a todos los humanos por igual. Algunas personas parecen estar siempre en su mira, mientras que a otras apenas les afectan, y eso no es por casualidad. Un número creciente de investigaciones científicas han permitido identificar los factores que hacen algunas personas sean más propensas a las picaduras de mosquitos. Aquí van los 4 factores:
1- El tipo de sangre
Un factor es el tipo de sangre que tiene cada persona. Algunos tipos de mosquitos parecen preferir la sangre de tipo 0 positivo.
En un estudio publicado en la revista American Journal of Entomology, investigadores de Sri Lanka reportaron que ofrecieron a los mosquitos diferentes comederos que contenían los cuatro tipos de sangre. Descubrieron que los insectos elegían el comedero de sangre de tipo O más que cualquier otro.
Antes, otros investigadores en Japón habían revelado que los mosquitos se posan en las personas con sangre de tipo O con bastante más frecuencia que en las que tienen otros tipos de sangre, y casi el doble que en las que tienen sangre de tipo A.
Los científicos no están seguros de por qué la sangre del tipo O es tan atractiva, pero podría estar relacionado con las proteínas o sustancias químicas de la sangre.
2 – La respiración
Los mosquitos tienen células nerviosas que detectan el dióxido de carbono, que se exhala cada persona. Pueden detectar la presencia de dióxido de carbono a más de 10 metros de distancia.
Algunas personas, como los adultos de mayor tamaño, emiten naturalmente más dióxido de carbono que los adultos más pequeños o los niños. Por eso, pueden ser más fácilmente detectadas por los mosquitos.
3 – Cursar un embarazo
Un estudio demostró que las personas que cursan un embarazo producen más de un 20% más de dióxido de carbono y sufren picaduras dos veces más a menudo que las que no están embarazadas.
Joseph Conlon, entomólogo médico y asesor técnico de la Asociación Estadounidense de Control de Mosquitos, explicó que durante el embarazo se producen una serie de cambios en el sistema respiratorio, como el aumento de la cantidad de aire que se inspira y espira.
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