Tiburón no hubiese sido lo mismo sin su aterradora primera secuencia. Y ese momento del film no hubiese sido tan efectivo si no lo protagonizaba Susan Backlinie, la nadadora que murió el sábado a los 77 años.
Por Clarín
La noticia fue confirmada por Fox News Digital. Su esposo desde hace 30 años, Harvey Swindall, dijo que su muerte, causada por un paro cardíaco, fue “muy inesperada”. Sucedió el sábado en su casa de California
“Fue la persona más increíble que conocí en mi vida. Y nunca amé a nadie como ella”, expresó Swindall.
Un pequeño gran papel
En el clásico de Steven Spielberg de 1975, Backlinie se mete al agua y no sale más. El tiburón que da nombre a la película se come a ella antes que al resto.
Backlinie, que no era actriz, llegó a la película estadounidense por su aspecto físico, pero también porque era una destacada nadadora a nivel nacional.
En un libro de Laurent Bouzereau sobre los inicios de Spielberg, el director dice que la eligió porque necesitaba a alguien que fuera “genial en el agua, que supiera ballet acuático y cómo soportar lo que imaginaba que serían un montón de sacudidas violentas”.
“Así que fui a hacer acrobacias para encontrarla y Susan estuvo a la altura del desafío”, explica el cineasta.
Cuando rodó la secuencia, Spielberg le hizo saber a Backlinie que su escena sería clave para capturar la atención de los espectadores. Si bien el rodaje fue agotador -filmaba desde las 6 de la mañana hasta las 21-, la mujer nunca se arrepintió de haber participado de un hito del cine mundial.
Más allá de su participación en Tiburón, Backlinie apareció en un puñado de películas y programas de TV principalmente como especialista. Ninguna de la trascendencia del film de Spielberg.
Tiburón es una de las películas más importantes de la historia de Hollywood. Llegó para cambiar el paradigma del blockbuster, además de que resultó un éxito de taquilla arrollador: costó 9 millones de dólares y recaudó más de 474.
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