En Venezuela, a raíz de las constantes estatizaciones bancarias, unidas a la violenta contracción de la economía, el sector financiero ha quedado reducido a una fracción de lo que fue.
De acuerdo con la última información de la Superintendencia de Bancos (SUDEBAN), para el 19 de abril del 2024, el valor de las Cuentas Activas Bancarias alcanzaba los 8.340 mil millones de dólares. De ese total dos terceras partes está representada por la Banca Pública y un tercio, por la Banca Privada. Tenemos que resaltar que para el 2014, hace diez años, los Activos Totales de la Banca Comercial equivalían a 22.100 millones de dólares.
Sobre la valoración de la Banca Pública, sin embargo, nos asaltan graves dudas. Esto es así, porque en sus Activos están incluidos unos 3.800 millones de dólares en títulos valores públicos y títulos del BCV, realmente carentes de valor. Hay que aclarar que esa estimación es una ficción, esos títulos valores están tasados a valor facial, como lo permite la Superintendencia, en contraste con los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA) que son aplicados al resto de las empresas. Si se descarta el valor asignado a estos títulos, el valor de la Banca Pública quedaría reducido a 1.700 mil millones de dólares, aun teniendo en cuenta que los activos fijos que tienen en su Balance (Edificios, Oficinas y otros inmuebles) no tienen tampoco ni el 15% de su valor facial.
Los bancos públicos en la actualidad son: el Banco de Venezuela, que es el más importante del país, le siguen Banco Bicentenario, Banco del Tesoro, BANFANB, Banco Agrícola de Venezuela, Bancrecer, Mibanco, Bangente, y el IMCP (Instituto Municipal de Crédito Popular).
Por su parte, la Banca Comercial Privada tiene Activos Totales valorados en 2.800 millones de dólares, un tercio del total del sector. Los bancos privados de la actualidad, en orden de activos, son: Nacional de Crédito, Provincial, Banesco, Mercantil, Banca Amiga, Banplus, Bancaribe, Plaza, Fondo Común, Venezolano de Crédito, Exterior, Banco Activo, 100% Banco, Caroní, Sofitasa, Del Sur, Internacional de Desarrollo.
En cuanto a la situación crediticia, podemos decir que el crédito bancario casi ha desaparecido. Las cifras de abril de 2024 indican que el volumen de créditos concedidos por la banca comercial alcanzó los 1.524 mil millones de dólares, de los cuales, el 73% provino de la banca privada y el 28% de la banca pública. Las razones de la falta de crédito en el país son dos: la contracción del sistema financiero, unido a los efectos de un encaje legal que se mantiene del 73% de las captaciones, porcentaje sumamente elevado, y que se usa como mecanismo para combatir la inflación.
Unido a lo anterior, debemos aclarar que la banca venezolana se ha limitado, casi exclusivamente, a servir de “medio de pago” en moneda nacional y eso se explica, entre otras razones, porqué el 93,1% de las Captaciones del Público son en depósitos en Cuenta Corriente. Sin depósitos de Ahorro y especialmente depósitos a Plazo, la banca no puede dar créditos en forma importante, porque todos sus depósitos son exigibles de inmediato y por ende más propensos a no poderle hacer frente a una corrida bancaria.
La última noticia de Sudeban, es que la Cartera de Crédito de la banca alcanzó los 1.500 millones de dólares, casi el doble que lo reportado el año anterior, sin mayor cambio en el nivel de los Activos Bancarios. Sin embargo, esta “auspiciosa” noticia hay que tomarla en su contexto, por ejemplo, Nicaragua, que tiene una de las economías más pequeñas en Latinoamérica, su cartera crediticia está por el orden de los cuatro mil millones de dólares, y nuestra vecina Colombia, tiene una cartera crediticia de 125 mil millones de dólares.
Conclusión: con los bajos niveles de ingresos de los venezolanos, no se generan ahorros, y sin disponer de fondos en cuentas de a plazos y ahorro, el sector bancario no tiene recursos para prestar. Es un círculo vicioso.
Gerardo Lucas. Economista-Historiador/ gerardolucas.wordpress.com