Al poco rato de aterrizar en Madrid el pasado 2 de mayo, María Celeste Arrarás recibió una noticia totalmente inesperada y devastadora: su novio Raúl Quintana había sufrido un infarto en su casa en Miami. “Había llegado a Madrid para ver el abierto de tenis [de la capital española] y seguir con unas amigas en un peregrinaje por el Camino de Santiago. Llevábamos un año planeando ese viaje”, cuenta Arrarás a People en Español del momento en que se enteró del fallecimiento, justo al inicio de unas muy esperadas vacaciones. “Antes de salir para el aeropuerto le dejé junto a sus cosas una nota escrita a mano diciéndole algo muy bonito, como si presintiese lo que iba a pasar. ¡Cuánto me alegro de haberlo hecho!”, confiesa la presentadora puertorriqueña.
Por People
Sus hijos fueron los que le dieron la triste noticia. “Julián, mi hijo mayor, me llamó alarmado para decirme que los paramédicos estaban en la casa porque Adrián había encontrado a Raúl inconsciente, junto a la máquina caminadora en la que había estado ejercitándose”, recuerda.
“Todo me pareció irreal porque en el teléfono podía escuchar al personal médico tratando en vano de resucitarlo. Mi hija Lara, que lo adoraba y que lo acompañó en la ambulancia, me iba explicando lo que sucedía hasta que fue evidente que ya nada más se podía hacer”, lamenta Arrarás, quien tomó un vuelo de vuelta a Miami para darle un último adiós a Quintana, quien tenía 57 años.
“No habían vuelos de regreso a casa sino hasta el día siguiente, pero por suerte estaba acompañada de un grupo de amistades de toda la vida que me cuidaron mucho y se encargaron de coordinar todos los pormenores para mi regreso”, revela la antigua presentadora de Primer Impacto y ¡Al rojo vivo!, de 63 años, quien fue procesando lentamente el shock de la noticia. “Hasta hablaron con la jefa de azafatas para que estuviera pendiente de mí y en ese avión ellas me cuidaron con una ternura que me dejó conmovida. ¡Nunca las olvidaré!”.
Para Arrarás, perder a quien era su compañero de vida ha sido muy duro. “Fue la persona que me enseñó lo que es el amor incondicional porque me quería en todas mis versiones, con todos mis defectos y virtudes. Siempre fui su persona favorita, su prioridad y no pasaba un día sin que me demostrara cuánto me quería”, dice sobre el empresario venezolano, con quien mantuvo una relación sentimental durante años. “Era un gran compañero, divertido y cómplice por eso deja un hueco muy profundo”.
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