La crisis que ha vivido Venezuela en años recientes se ha convertido en fuente de inspiración para cineastas y productores independientes venezolanos que cada vez más buscan exponer las vivencias de sus compatriotas, y las de ellos mismos, para explicar al mundo los motivos que han llevado a millones de venezolanos a dejar su país.
Por Carolina Alcalde / vozdeamerica.com
“Hijos de la Revolución” es una película venezolana independiente reconocida y galardonada en diversos festivales nacionales e internacionales de cine, entre ellos el de Chicago que, “desde un ángulo objetivo”, tiene el propósito de exponer los principales hitos vividos en Venezuela durante 25 años.
El largometraje, que, además, según sus productores busca enaltecer el liderazgo y la lucha de la mujer venezolana, relata la historia de amor de dos jóvenes de clases sociales e ideologías diferentes que nacieron el 4 de febrero de 1992, cuando el ex presidente Hugo Chávez lideró un fallido golpe de Estado que marcó la historia del país.
No ha sido proyectada en las salas de cine venezolanas, porque no ha sido autorizada por el Estado. Sus productores prefieren no especular sobre los motivos por los que la certificación ha tomado más tiempo del usual, pero afirman que seguirán cumpliendo con los requerimientos solicitados y se muestran
Video VOA
Amaury Mogollón, productor de la cinta, explica a VOA que el año pasado, previo al Festival de Cine Venezolano de Mérida, cuando fue proyectada por primera vez, inició el proceso de certificación de la película ante el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (Cenac), ente estatal responsable de la actividad cinematográfica nacional.
“Llevamos once meses entregando recaudos, requisitos, luchando por nuestra certificación y nos encontramos con que esto está en Standby. Estamos optimistas para que el Cenac nos logre dar la certificación como obra nacional”, dice Mogollón.
Consultado sobre las alternativas en caso de no lograr la certificación, ratifica su optimismo y sostiene que continuarán proyectando la película en distintos países.
A partir del 19 de junio iniciarán una gira internacional. La película será proyectada en funciones especiales en varias ciudades colombianas, entre ellas Cali, Bucaramanga, Cúcuta. Posteriormente en España, Estados Unidos, Canadá y México.
Carga simbólica
Con sus ahorros, Mogollón y su pareja colombiana, Wanna Perilla, decidieron cumplir el sueño de contar a los países de acogida el motivo por el que actualmente existen más de 7 millones 700 mil venezolanos refugiados y migrantes en el mundo, según datos de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela.
El filme, además, guarda simbolismos de su productor, quien también vive fuera de Venezuela: una parte se grabó en la casa donde se crió, en una zona popular de Caracas; resalta el liderazgo de su madre quien, afirma, siempre le inculcó la importancia de su educación, y el lazo que estrechó con su padre.
“Fue el proyecto en el que yo me refugié cuando me dieron la noticia de que mi papá fue diagnosticado de cáncer. Yo buscaba que él no pensara en quimioterapia, en radioterapia y que estuviese pensando en la película. Mi papá pierde la batalla contra el cáncer en diciembre de 2020, y en 2021 decidí sacar adelante el proyecto”, narra Mogollón, también director de una consultora especializada en estrategia, comunicación y campañas electorales.
Bajo la dirección de Carlos Caridad Montero, reconocido director de cine venezolano, la película se grabó en Venezuela, con algunas escenas en Colombia, durante la época de pandemia de COVID-19. Es protagonizada por los actores Naomi de Oliveira, Mauricio Celimén, Augusto Nitti, Jeska Ruiz, Daifra Blanco y Edmary Fuentes.
Desde hace varios años Venezuela ha vivido una crisis política, económica y social que derivó en una emergencia humanitaria compleja que el gobierno atribuye a las sanciones impuestas por Estados Unidos, pero que según miembros de la sociedad civil es preexistente.
“Simón”, que logró ubicarse en el top 10 de las películas más vistas de Netflix, o “Relatos del Exilio”, son algunos de los más recientes largometrajes venezolanos que junto a “Hijos de la Revolución”, muestran parte de la cruda realidad del país y de la diáspora.