Cómo es la terapia genética que la ciencia estudia para la regeneración dental

Cómo es la terapia genética que la ciencia estudia para la regeneración dental

Este estudio es el primero en mostrar los beneficios de los anticuerpos monoclonales en la regeneración dental, ofreciendo un nuevo marco terapéutico para un problema clínico que actualmente solo se resuelve con implantes (Imagen Ilustrativa Infobae)

 

 

 





En un hito para la medicina dental, Japón está llevando a cabo ensayos clínicos en humanos para el crecimiento de dientes.

En el fascinante campo de la biotecnología y la medicina regenerativa, un estudio reciente ha arrojado luz sobre una nueva terapia que podría revolucionar la odontología: la terapia anti–USAG-1 para la regeneración dental. Este enfoque se basa en la modulación de la señalización de proteínas morfogenéticas óseas (BMP, por sus siglas en inglés), cruciales para el desarrollo y la regeneración de tejidos.

Este trabajo científico, desarrollada por un equipo de investigadores liderados por el profesor Takashi Tsuji en el Centro de Desarrollo Biológico RIKEN, podría cambiar la forma en que se trata la pérdida dental y otras enfermedades odontológicas.

El nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Kioto y la Universidad de Fukui puede ofrecer alguna esperanza en este campo: el equipo informó que un anticuerpo para un gen (gen-1 asociado a la sensibilización uterina o USAG-1) podría estimular el crecimiento de los dientes en ratones que padecen agenesia dental, una afección congénita. El artículo fue publicado en Science Advances.

Este estudio es el primero que muestra los beneficios de los anticuerpos monoclonales en la regeneración dental y proporciona un nuevo marco terapéutico para un problema clínico que actualmente solo puede resolverse con implantes y otras medidas artificiales.

En septiembre de este año, 30 hombres de entre 30 y 64 años, cada uno con al menos un diente faltante, participarán en una prueba. El estudio administrará un medicamento por vía intravenosa para evaluar su eficacia y seguridad.

Si todo sigue, como piensan los investigadores, el Hospital Kitano administraría el tratamiento a pacientes de entre 2 y 7 años, a quienes les faltan al menos cuatro dientes, con el objetivo final de tener disponible un medicamento para el crecimiento de los dientes para el año 2030.

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