Rebelión en Táchira: Impiden que chavistas exploten minerales en montañas que suministran agua a Seboruco

Rebelión en Táchira: Impiden que chavistas exploten minerales en montañas que suministran agua a Seboruco

Habitantes de la aldea Alto del Niño en primera reunión para rechazar intento de exploración y explotación de montañas

 

La tarde de este martes, centenares de habitantes del municipio Seboruco en el estado Táchira decidieron unidos en un cabildo abierto que surgió de manera espontánea, rechazar el intento de exploración y explotación de minerales en las montañas de esta población, por parte personas que se movilizaban en unidades de la Policía Nacional Bolivariana.

Por Luz Dary Depablos / Corresponsalía lapatilla.com





La exploración la estarían realizando desde hace dos semanas un grupo de 10 hombres, la mayoría se presume que son funcionarios policiales, pues siempre portaban armas. Entre ellos estaba un supuesto ingeniero que habría sido contratado para realizar las muestras en las fincas privadas.

Durante el tiempo que estuvieron realizando las supuestas exploraciones, se movilizaban en dos patrullas de Policía Nacional Bolivariana. Presuntamente entre los funcionarios se encontraba un hombre de nacionalidad rusa.

Estas personas, que estuvieron respaldadas por un grupo de chavistas del municipio, se atrevieron a explorar la montaña donde se encuentran las cuencas que suministran agua a toda la población de Seboruco, que se estima en más de 14.000 habitantes.

 

 

Aún se desconoce si pudieron haber utilizado algún tipo de químico en las exploraciones, que a corto o a mediano plazo pueda generar algún tipo de afectación en el agua y, por tanto, a la población.

Igualmente, otras fincas en la aldea Alto del Niño fueron exploradas con fines de explotación minera, situación que causó molestias entre los habitantes, quienes comenzaron a llamar a toda la población seboruquense para rechazar estas acciones.

El mensaje de rechazo corrió rápidamente por todas las aldeas, lo que permitió que docenas de personas se presentaran la noche de este lunes en la posada donde se estaban hospedando los hombres que dirigían la exploración, a quienes exigieron no continuar con esas acciones, pues estaban poniendo en riesgo las cuencas que suministran agua al municipio.

Tras lograr que la mayoría de los supuestos funcionarios se marcharan del pueblo, este martes más de 700 seboruquenses se concentraron en la Plaza Bolívar, donde de manera espontánea junto a las autoridades del Concejo Municipal y de la Alcaldía, realizaron un cabildo abierto en el que acordaron:

1. Se declara la no exploración ni explotación de minerales en ninguna montaña del municipio Seboruco.

2. Nombrar las cuencas del municipio como reserva hídrica de Seboruco.

3. Respaldar a todos los ciudadanos para que se respete el derecho a la propiedad privada.

4. Hacer valer jurídicamente los derechos adquiridos de las comunidades en los acueductos de consumo y agua de riego.

5. Declarar personas no gratas a todos los que están colaborando para dañar el municipio.

Estos planteamientos fueron leídos por el alcalde Luisnel Guerrero, quien solicitó que fueran aprobados por todos los presentes. Se espera que para mañana jueves 6 de junio, estas cinco propuestas sean presentadas ante el Concejo Municipal, a fin de ser aprobadas y publicadas en Gaceta Oficial.

Durante el cabildo, varios ciudadanos intervinieron y manifestaron que de ser necesario trancarían las vías de acceso a las montañas, a fin de evitar que estas personas vuelvan a ingresar y así evitar lo que estarían llevando a cabo en el municipio Ayacucho, donde al parecer, la población no actuó a tiempo y varios terrenos estarían siendo tomados por estos presuntos funcionarios.

Cabe recordar que los predios donde se encuentra la cuenca que suministra agua al municipio, fueron adquiridos a través de donaciones y con recursos de la misma población, que hace dos años realizó una vendimia coordinada con las autoridades de la alcaldía, motivo por el que los ciudadanos defienden estas tierras y rechazan la injerencia de personas ajenas al municipio.