El futbolista Dani Alves fue puesto en libertad provisional después de permanecer 430 días en prisión tras pagar una fianza de un millón de euros. Y así seguirá hasta que exista una sentencia definitiva. Ahora, el brasileño disfruta de su nueva vida -junto a Joana Sanz con la que se ha reconciliado- a la resolución de los recursos que podrían devolverle a la cárcel o dejarlo en libertad de manera definitiva. y mientras esto ocurre, el futbolista sigue cumpliendo cada viernes con la Justicia acudiendo a la Audiencia de Barcelona para firmar ante el juez.
Por larazon.es
A pesar de que por el momento Joana Sanz se resiste a acompañarle cada semana a los juzgados, su reconciliación marcha viento en popa y la mudanza a Tenerife, tierra natal de la modelo, parece ser definitiva.
Pero no todo parece ir bien en la vida de Dani Alves y el plan de una venganza le mantiene contra las cuerdas. El futbolista mantiene un conflicto con su exmujer, Dinorah Santana, por haberla apartado de una de sus empresas, y la brasileña le habría amenazado con hablar y dejarle en muy mal lugar cuando su hijo Dani -tienen dos en común- cumpla la mayoría de edad.
Pero sus amenazas no quedan ahí. La brasileña tendría previsto denunciarle cuando el primero de los dos retoños que tienen en común (la pequeña Victoria) cumpla la mayoría de edad. Esto sucederá en poco más de un año, teniendo en cuenta que nació el 27 de octubre de 2007.
Una guerra que dura meses
“Para mí no existe, para mí ha muerto” declaró en su día y ahora ahora ha decidido ir a la guerra total con el futbolista al que acusa de coacciones y de haber abandonado a sus hijos.
Dinorah asegura que el futbolista les ha utilizado porque en un primer momento se sirvió de ellos, de ese supuesto arraigo familiar, para intentar conseguir la libertad condicional: “Después no ha querido saber nada y son sus hijos”. Asegura que sus primeras declaraciones en las que apoyaba sin fisuras al futbolista las hizo porque el entorno cercano a Alves la coaccionó para ello: “Pretendían, gracias a ese apoyo, conseguir la libertad condicional escudándose en el arraigo familiar, me decían lo que tenía que decir a través de un grupo de WhatsApp”.
Dinorah está convencida de que el futbolista nunca sintió interés real por ellos y simplemente formaban parte de su estrategia de defensa: “Yo estoy con medicación, para mí él ha muerto, que nos deje en paz, cuanto antes salga de la cárcel mejor estarán mis hijos, para ellos es muy difícil aceptar que su padre puede ser un violador”. También denuncia que ni siquiera habría aceptado llamadas telefónicas de su parte dentro de la cárcel. Algo que Dinorah ya denunció en los medios en ese momento y que pretende, ahora, hacer de manera formal.
Tras estas duras acusaciones, Dani Alves pasaba al ataque y anunciaba una demanda contra su exmujer pero no llegó a materializarse. La guerra continúa.