Existe una enfermedad que ganó terreno durante la pandemia y sigue en aumento: la depresión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2019, 280 millones de personas, incluido el 5% de todos los adultos, sufrieron este trastorno.
Por Infobae
La depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades cotidianas. Tiene origen en una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Y es mucho más frecuente de lo que habitualmente se cree.
Irene Ampuero, psicóloga general sanitaria especializada en terapia infanto-juvenil y adultos del Instituto Psicológico Cláritas de Madrid, España, expresó a Infobae en una nota reciente: “La depresión se diagnostica mediante la presencia de al menos cinco síntomas, entre los cuales se encuentran el estado de ánimo deprimido o la pérdida de interés o placer, durante un período mínimo de dos semanas”.
Y agregó: “Otros síntomas pueden incluir cambios en el apetito o el peso, problemas de sueño, falta de energía, sentimientos de inutilidad o culpa, y dificultades para concentrarse. Además, para que se pueda realizar el diagnóstico, estos síntomas deben causar un malestar significativo y afectar negativamente la vida del individuo”.
¿Estar deprimido es lo mismo que estar triste?
La licenciada Ampuero explicó que la melancolía y la tristeza son emociones que suelen ser transitorias, es decir, tienen un comienzo y un final: “Estas emociones suelen aparecer en respuesta a una pérdida, ya sea de algo o de alguien. Aunque pueden resultar desagradables, también tienen una función importante, ya que nos permiten reflexionar sobre nuestras preferencias y nos vuelven vulnerables para pedir ayuda a los demás”.
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