El pasado jueves 6 de junio el “Satanás” – Hernán Landaeta, conocido sicario del Tren de Aragua -, fue el actor principal de una monumental pelea que incluyó a una veintena de reos del Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas), en Santiago. Aunque el intento de motín fue sofocado por los guardias, varios de ellos resultaron lesionados y ahora acusan amenazas de muerte y graves daños en las instalaciones del recinto penal.
Por Infobae
Así lo expresaron en un comunicado compartido en sus redes sociales desde la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmería (Ansog), en el que señalaron que los últimos días ha habido “agresiones directas al personal penitenciario, amenazas de muerte, destrozos en la infraestructura y al mobiliario de dicha Unidad, provocado por internos refractarios al sistema”.
Debido a ello, le pidieron al diputado republicano Cristián Araya, quien es miembro de las comisiones de Derechos Humanos y Seguridad Ciudadana, que visite la cárcel en su papel de fiscalizador y constate in situ la grave situación que los aqueja.
“Tras una visita que se extendió por cerca de una hora y media, el diputado pudo recopilar distintos testimonios y presenciar el estado actual del Repas, verificando la necesidad de que la autoridad ministerial y el Estado, en su conjunto, tomen medidas respecto del estado de la infraestructura, brindar un apoyo total e irrestricto al personal, haciendo un llamado público al Ministerio de Justicia y DD.HH a hacerse cargo de la problemática que hoy afecta a esta Unidad”, informaron desde la Ansog una vez finalizada la inspección, realizada el martes 11.
Al ver las condiciones del recinto penal, el diputado Araya envió un oficio ese mismo día al Ministerio de Justicia, señalando que “hoy se está viviendo un gran descontrol al interior del centro penitenciario, exponiendo a los gendarmes (…) Llevan seis días inmersos en esta crisis y no hay respuesta de parte del Estado en su conjunto”.
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