Las selecciones de fútbol de Bélgica y de Eslovaquia se enfrentan este lunes en el Deutsche Bank Park de Fráncfort del Meno, en un duelo correspondiente al Grupo E de la Eurocopa masculina y que para el conjunto belga será el comienzo de una particular reválida a nivel continental.
Por BiobioChile
En la última década, infinidad de veces se ha señalado a Bélgica como posible sorpresa positiva en grandes torneos de selecciones. Desde que en el Mundial de 2014 irrumpió la generación encabezada por Eden Hazard, el foco ha estado sobre sus actuaciones. Sin embargo, en las Eurocopas no han dado los belgas ese tan esperado golpe sobre la mesa.
Para llegar lejos en este nuevo certamen por tierras alemanas, el equipo entrenado por Domenico Tedesco fiará sus opciones al estado de forma y de ánimo de Kevin De Bruyne. Convertido en santo y seña del Manchester City, él guiará las tareas ofensivas junto a su compañero de equipo Jérémy Doku, en presumible compañía de Leandro Trossard.
Por delante de ese trío rápido y habilidoso, el encargado de los últimos remates será Romelu Lukaku, que esta temporada en la AS Roma ha recuperado el buen tono que parecía haber perdido a causa de sus viajes de ida y vuelta entre Chelsea FC e Inter de Milán.
Otro clásico del combinado belga, el colchonero Axel Witsel, arrastra molestias y su alineación como titular será una incógnita hasta momentos previos al arranque del encuentro. Asentado como central en el Atlético de Madrid, su rol a las órdenes de Tedesco también se ha caracterizado por retrasar su posición desde el centro del campo hasta la zaga.
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