Las aventuras del fotógrafo canadiense que recorre el mundo para descubrir a los “dobles” sin parentesco

Las aventuras del fotógrafo canadiense que recorre el mundo para descubrir a los “dobles” sin parentesco

Ayanna Bryant Lindsay Sampson, y Charles Chasen con Michael Malone, en Atlanta

 

¿Cada persona tiene a su doble en el mundo? François Brunelle, un fotógrafo canadiense radicado en Montreal, busca responder esa incógnita desde 1999, año en que comenzó a viajar por diferentes países con el objetivo de encontrar a personas desconocidas entre sí, pero que fueran físicamente idénticas.

Por infobae.com





No fue sorpresa para él empezar a dar con esos “dobles”, ya que él mismo siempre fue comparado con el actor que encarna a Mr. Bean y, además, vivió el encuentro con uno de sus pares en un restaurante de Praga mientras compartía una cena con amigos y quiso saber si otras personas también tenían a su doble. Así inició el camino de un de los proyectos más asombrosos que se hayan realizado en los últimos años: no solo los encontró sino que inició una documentación fotográfica de esos parecidos y el resultado lo comparte en el proyecto I’m Not a Look-Alike, iniciada a finales del siglo pasado. A casi 25 años de realizarlo, reúne una colección de retratos en blanco y negro de aproximadamente 250 parejas en 32 ciudades de todo el mundo.

Esta idea del doble exacto no pertenece al fotógrafo. Un estudio realizado por la investigadora Teghan Lucas, que buscó poner un halo de ciencia a la creencia urbana, concluyó que todos tenemos un doble exacto a nosotros en alguna parte del mundo.

“Hay genes involucrados en el tamaño y la forma del rostro, otros en el color de los ojos, otros en el pelo… Y el hecho de que haya muchas más células que determinen cómo será nuestra apariencia facial que los que influyen, por ejemplo, en cómo será la mano o las piernas, es una prueba de que nuestra especie tiende a la diversidad”, dice en su estudio.

“A pesar de que sean muchos, esa cantidad que está involucrada en nuestra apariencia física es limitada. Eso quiere decir que aunque haya muchísimas combinaciones posibles, al final conforme aumenta la población se llega al punto en que alguna acaba repitiéndose”, asegura Lucas, que explica que esa probabilidad aumenta a medida que más se parecen los genes de dos personas: “Por eso, nuestros parientes se parecen a nosotros más que al resto de la gente. Y siempre será más fácil encontrar similitudes físicas entre dos personas de origen asiático que entre un coreano y un noruego”.

Investigadores del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras de Barcelona revelaron en el artículo Humanos parecidos identificados mediante algoritmos de reconocimiento facial muestran similitudes genéticas, publicado en la revista Cell Reports que el fuerte parecido facial está asociado a variantes genéticas compartidas.

“El rostro humano es uno de los rasgos más visibles de nuestra identidad única como individuos. Curiosamente, los gemelos monocigóticos comparten rasgos faciales casi idénticos y la misma secuencia de ADN, pero podrían presentar diferencias en otros parámetros biométricos. La expansión de la red mundial y la posibilidad de intercambiar fotografías de humanos en todo el planeta ha aumentado el número de personas identificadas en línea como gemelos o dobles virtuales que no tienen parentesco familiar. Aquí, hemos caracterizado en detalle un conjunto de humanos “parecidos”, definidos por algoritmos de reconocimiento facial, por su panorama multiómico. Informamos que estos individuos comparten genotipos similares y difieren en la metilación de su ADN y el panorama del microbioma. Estos resultados no sólo proporcionan información sobre la genética que determina nuestro rostro, sino que también podrían tener implicaciones para el establecimiento de otras propiedades antropométricas humanas e incluso características de personalidad”, resume el estudio.

Parecidos

Las más de 200 piezas de Brunelle dan testimonio del extraño fenómeno que es investigado por la ciencia: ¿por qué personas que no son parientes comparten ADN y rasgos físicos tan similares? A esto se refiere la Teoría del Doppelgänger cuyo término alemán define al “doble fantasmagórico o sosias malvado de una persona viva”. Así la dio significado el novelista Jean Paul, en 1796, cuando definió a Doppeltgänger como “el que camina al lado”.

Desde entonces, se usa esa palabra para designar al “doble de una persona”, pero significando a ese otro como el “gemelo malvado”. Así, los Doppelgänger fueron protagonistas de obras literarias de ciencia ficción y literatura fantástica.

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