El pulso financiero de la población latina revela serios problemas en buena parte de los hogares de la comunidad de mayor crecimiento del país. A algo más de la mitad —52%— de los latinos les preocupa su capacidad para hacer frente a una necesidad básica como pagar el alquiler o la hipoteca de la vivienda del próximo mes. Una encuesta reciente hecha por BSP Research para UnidosUS y Oportun entre latinos de California, Arizona y Texas el pasado mes de abril revela que la realidad de la mayoría de las familias está lejos de estar cómoda económicamente.
Por El País
Esto es pese a que la comunidad latina, de 62 millones de personas en Estados Unidos, ha multiplicado dos veces y media en apenas una década su contribución económica al PIB nacional hasta alcanzar los 3,2 billones de dólares. También a pesar de las mejores tasas de empleo y sueldos y los avances en la lucha contra la inflación. Los más afectados son quienes ganan menos de 29.000 dólares al año. El 65% en esta franja de bajos ingresos comparte esta inquietud sobre pagar la vivienda, pero incluso cuatro de cada 10 latinos que ganan más de 50.000 dólares anualmente ven este pago mensual con el mismo sentimiento de desasosiego. Esta preocupación es más acuciante entre las personas de 25 a 39 años, los hogares más jóvenes, y en especial entre quienes no tienen un título universitario.
La vivienda es el mayor gasto de las familias, y en los últimos años tanto los precios de compra como de alquiler se han disparado hasta ser el primer responsable de la elevada inflación. Falta vivienda asequible en muchas ciudades en las que se concentra una alta proporción de latinos y las ayudas que se concedieron con la covid se han ido reduciendo hasta desaparecer justo cuando más caro es tener un techo.
Pero no es solo la situación del mercado lo que complica las vidas de estas familias, es la falta de ingresos suficientes. Algo más de un tercio de esta población revela que su primera preocupación es ganar más porque lo que ingresan no es suficiente para cubrir sus gastos. Casi la mitad de los que sufren esta falta de ingresos ganan menos de 29.000 dólares anualmente, una cantidad que es el doble del umbral de la pobreza para una sola persona en 2024 pero que está por debajo en el caso de que se trate de un hogar de cuatro personas. No obstante, la falta de suficientes ingresos es algo que también causa inquietud entre quienes tienen salarios algo más elevados. Uno de cada cuatro latinos que ganan más de 50.000 dólares comparten esta preocupación.
Con estas premisas no es de extrañar que en la encuesta, el 17% haga hincapié en la inflación y los gastos diarios como una de las causas de su intranquilidad. La paulatina rebaja en la presión en los precios apenas supone un alivio cuando la inflación se disparó mucho y muy rápido. Santiago Sueiro, analista político senior de UnidosUS, explica que ahora que está bajando la inflación, los latinos se están tratando de acostumbrar a los nuevos precios: “no se puede decir por parte de los políticos que la inflación está bien, hay que decir que ha bajado pero que queda mucho por hacer”.
Esas presiones financieras dejan poco margen para el ahorro y menos todavía para las emergencias. Se trata de gastos que siempre llegan, no se sabe cuándo, pero pueden ser una llanta pinchada, que se quiebre una ventana de la casa o que se tenga que viajar para cuidar a un ser querido. Más de un tercio de los latinos no tienen un fondo de emergencia, y el 17% tienen menos de 400 dólares en él.
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